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La FMI recomienda mantener un cambio firme de la peseta y reducir la presión fiscal sobre la inversión

El Fondo Monetario Internacional (FMI) en uno de los informes más favorables elaborados en los últimos años, felicita a España por los "buenos resultados" y la "perseverancia y decisión" de su política económica y sugiere una actuación firme sobre el tipo de cambio de la peseta, una pronta adhesión al Sistema Monetario Europeo (SME) y una política fiscal que reduzca las tensiones inflacionistas y favorezca el trabajo y la inversión productiva sin estimular el consumo. El FMI insiste, como en años anteriores, en la moderación salarial y propone, "como prioritaria", una actuación de inversiones infraestructura y de provisionamiento de servicios públicos que reduzca las cargas sociales del déficit fiscal.

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El informe urge la pronta pertenencia española al SME

Las conclusiones de la misión del FMI, que visitó España el pasado mes de enero, consta, en sus ocho folios, de dos partes diferenciadas. En la primera, muy positiva, se enumera "el conjunto de medidas coherentes" adoptadas por España en los últimos años para "acelerar el ajuste, reducir la inflación y sus expectativas y establecer las bases para un crecimiento económico sostenido sin costes sociales". Todo ello, asegura la nota, ha hecho que España haya registrado el último año la tasa de crecimiento económico más alta entre los principales países de la OCDE, que la inflación, medida en los precios al consumo, se haya desacelerado, "convergiendo hacia la inflación media de la CE", y que la tasa de desempleo registre una pequeña reducción.En su segunda parte, el informe del FMI hace girar sus clásicas recetas en torno a objetivos a medio plazo recomendando una política firme sobre el tipo de cambio, en detrimento de las actuaciones sobre el control del dinero en circulación, dando a entender que la internacionalización de la economía española convierte la política de cambio en uno de los mayores instrumentos de actuación. El informe critica larvadamente la relajación de control del déficit fiscal que se desprenden, incluso si se cumplen, de los objetivos previstos en los presupuestos para 1988.

Por otro lado, la nota estima que uno de los mayores problemas de la economía española a corto plazo será "el mantener el déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos (que pronostica superarará los 3.000 millones de dólares) a un nivel que pueda ser fácilmente financiado por las entradas de capital autónomo", lo que dependerá "de la reducción de la presión de la demanda doméstica y de la capacidad de la economía española para mantener las cuotas de mercado de sus exportaciones".

"Mientras España no esté inmersa en una economía mundial (especialmente, la europea) más dinámica, es necesario un manejo cauteloso de la demanda, una mejora de la competitividad a través de la mejora de los costes laborales y a través de políticas estructurales dirigidas a fomentar la productividad y a mejorar la capacidad de respuesta de la oferta agregada de la economía". Es fundamental, prosigue, insistir en "la flexibilidad del mercado laboral, de la calidad y el potencial productivo ( ... ) y de los mercados financieros, a través del aumento de disponibilidad y la diversidad de instrumentos, estableciendo un tratamiento neutral de los diferentes activos financieros y eliminado progresivamente los coeficientes".

Quizá uno de los aspectos más llamativos del informe del FMI sea el reconocimiento de los límites de la política monetaria en la actual situación española, precisamente por la "incompatibilidad de objetivos" marcados el pasado año y que han quedado materializados en un conflicto, continuado en los primeros meses de 1988, entre los objetivos internos y externos en relación con los tipos de interés y el tipo de cambio de la peseta". EL FMI considera que "la reducción de los tipos de interés, que es necesaria para frenar las entradas de capital, tiende a aumentar la demanda de crédito mientras no se desarrollen medidas compensadoras desde la política fiscal".

Moderación salarial

En este último terreno de las cargas fiscales es, junto al mantenimiento de una política firme en el tipo de cambio y la moderación salarial, donde los analistas del FMI interpretan que existe margen de maniobra. Dice la nota del organismo mundial: "A pesar de que es factible un aumento gradual de los tipos impositivos, esto no es probable dado el brusco incremento de la presión fiscal en los últimos años. La política impositiva deberá también favorecer el ajuste de las estructuras de los impuestos para incentivar el trabajo y la inversión al tiempo que se desincentiva el crecimiento del consumo".Por último, el informe recomienda "un aumento permanente de la inversión, esencial para la modernización del país y el aumento sostenido del empleo a medio plazo". 'Sería conveniente", añade, "diseñar y llevar a cabo lo antes posible un extenso programa de fin as públicas a medio plazo destinado a estabilizar la relación entre deuda pública y PIB, de forma que se aminoren las presiones que ejerce el sector público sobre los recursos financieros y los tipos de interés. Bajo esta restricción, se debería establecer como prioritaria la inversión en infraestructura y en provisionamiento de servicios públicos debido a sus efectos favorables sobre la productividad a expensas de otros renglones de consumo público como transferencias y subsidios".

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