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El dinero se niega a entrar en la bolsa

Las bolsas han vuelto a defraudar a sus seguidores al no ofrecer movimiento positivo alguno que oponer a lo que se consideraba una buena noticia. Son ya varias las ocasiones que se han dejado pasar para iniciar una tendencia positiva, lo que ha llevado a aumentar la desconfianza de los inversores, que comienzan a pensar que los factores extrabursátiles no tienen demasiado que ver con lo que sucede en los mercados. Déficit comerciales aceptables e índices de precios al consumo bastante buenos no encuentran respuesta entre los inversores, que, sin embargo, no se deciden a liquidar sus posiciones.El ambiente en el mercado era bastante negativo en la mañana de ayer, pues empieza a extenderse el temor de que sólo las malas noticias pueden tener incidencia sobre las cotizaciones. En este sentido, el comentario del día ha sido el índice de precios al consumo de enero, cercano a un punto, según todos los rumores, aunque éstos están tan extendidos que puede que su confirmación ya no pondere.

La sesión comenzó bajo signo vendedor, tal vez para seguir imitando el comportamiento de Wall Street, que ya el pasado viernes se negó a acusar recibo de este dato. Las eléctricas flaquearon desde el principio, pero ENDESA volvió a salvar al grupo con su avance, si bien aumentando la distancia entre su evolución y la del resto del grupo.

Los sectores industriales acusaron, en general, la falta del dinero, que tenía que venir a aplaudir el descenso en el déficit comercial estadounidense, acudiendo, en cambio, un papel que aprovechó la buena posición de unos cuantos valores. El sector bancario se mantuvo bajo la presión del papel, sin que los derechos de suscripción de los bancos Bilbao y Vizcaya cotizasen en el primer día de sus respectivas ampliaciones de capital. Las posiciones al cierre acusaban la indecisión de la inversión.

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