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GENTE

Francisco Javier Loza Marín,

un niño de 11 años, dejó perplejos a los clientes del café Madrid, en Logroño, cuando rompió el techo del establecimiento y aterrizó en el suelo. El niño se encontraba jugando en el patio interior de su domicilio cuando se cayó sobre una claraboya que comunica con el establecimiento. Tras romperse el cristal, el cuerpo del niño se deslizó por un hueco de varios metros, rompió el techo de escayola e irrumpió en el café ante la mirada atónita de los clientes.

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