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El presidente de Cruz Roja atribuye a una desobediencia el cese del jefe de Madrid

El ex presidente de la Cruz Roja de Madrid César Navarro atribuyó ayer su cese fulminante el pasado martes por el presidente de la Institución, Leocadio Marín, a la destitución que él ordenó 24 horas antes de Ana Domínguez, vicepresidenta de la entidad en Madrid. Navarro dijo que Marín le pidi6 reiteradamente cuando le nombró en mayo pasado que designara a Domínguez del PSOE, y él aceptó por "agradecimiento y dependencia afectiva". Marín en Cádiz, manifestó a Europa Press que destituyó a Navarro porque incumplió su orden de no dar el cese a Domínguez sin consaltarle.

Navarro acusó veladamente a ambos de "utilizar sinuosas tramas políticas para medrar, aprovechándose de instituciones como Cruz Roja y el PSOE", pero quiso dejar claro que su ataque no iba destinado contra el partido, con cuya ideología y determinados militantes dijo simpatizar.Según Navarro, Ana Domínguez -ilocalizada ayer- cometió irregularidades ya desde su presidencia de la Cruz Roja de Majadahonda donde se otorgó un sueldo, hecho que no se producía en ninguna otra presidencia dado que son cargos honoríficos.

Domínguez al convertirse en vicepresidenta de Madrid, según Navarro, intentó que su sucesor en Majadahonda -"también del PSOE"- mantuviese un sueldo. "Me opuse frontalmente y ahí empezaron las desavenencias con ella", afirma Navarro. Y agrega que Domínguez, luego presionó sin éxito para, que su recomendado fuera nombrado jefe de tropa de Cruz Roja de Madrid, cargo sí retribuido.

Navarro se extendió en que esta vicepresidenta solía llegar tarde argumentando que tenía que llevar los niños al colegio, se ausentaba sin justificar, leía cartas dirigidas al presidente y usurpaba las funciones de éste.

Según Juan del Llano, destituido ayer como vicepresidente de Cruz Roja en Madrid y que gozaba de la entera confianza de Navarro, Domínguez "intentó minar la autoridad del presidente desde el primer momento" y "actuaba así porque se sentía muy respaldada".

Ambos atribuyeron a Domínguez la carta que firmada por todos menos uno de los directores de departamento de Cruz Roja de Madrid fue entregada la pasada semana a Marín y contenía acusaciones de "mala gestión y amiguismo" contra Navarro. Los dos resaltaron que todos los firmantes dependían de Domínguez.

En una entrevista el pasado viernes con Marín, Navarro salió convencido de que tácitamente, se le daba luz verde para destituir a Domínguez. El martes comprobó su error cuando recibió la visita de un mensajero con su cese. Marín ha precisado que le dijo que la solución a la crisis en Madrid de Cruz Roja era el cese de ambos vicepresidentes, pero que no tomara la medida sin consultarle, "cosa que no hizo".

"Si él dice que es una cuestión política porque la vicepresidenta es del PSOE, yo le nombré a él y a él también le han acusado de ser hombre del PSOE porque yo le nombré", agregó Marín.

Navarro aludió también, tras su cese, a su rechazo hacia una empresa a la que Cruz Roja ha permitido experimentalmente recaudar el 30% de la primera cuota de los nuevos socios y, según Marín, un 5% de la siguiente (Navarro eleva el porcentaje a un 20% y cita un 10% para el tercer año).

Esta empresa, según Navarro, obtiene generosos beneficios sin casi gastos, ya que la publicidad la costea Cruz Roja. El mayor punto negro que el presidente destituido ve a este sistema -cuyo contrato para tres años se votará el próximo día 19- es que la firma -Promotora de Recursos, SA- puede captar no sólo personas físicas, sino jurídicas, lo le proporciona un buen bocado de la afiliación de grandes firmas. A modo de ejemplo, manifestó que Cajamadrid aporta siete millones anuales. Representantes de CC OO del comité de empresa de Cruz Roja dieron su apoyo a parte de las acusaciones de Navarro.

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