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Gregorio Rábago

Cirujano cardiovascular, nuevo director de la Fundación Jiménez Díaz

Gregorio Rábago es el cirujano cardiovascular que más operaciones a corazón abierto ha realizado en España. No obstante, sigue pareciéndole un misterio que este músculo pueda permanecer parado en el quirófano hasta 60 minutos y volver a arrancar. Sobrino de Carlos Jiménez Díaz, creador de la fundación que lleva su nombre, ha sido nombrado director de esta institución y afirma que piensa seguir luchando por el prestigio del centro y por que continúe ubicado en el lugar donde ha estado desde su creación.

Gran conocedor del corazón humano, Rábago considera que en la mesa de operaciones existe una gran diferencia entre el corazón contemplado como órgano y todas las atribuciones afectivas, emocionales y poéticas que se le otorgan, aunque ad vierte que "existe un estrecho vínculo entre este músculo y los sentimientos, ya que éstos repercuten en él en forma de aceleración".Como buen Aries (nació en Madrid el 25 de marzo de 1930), tiene fama de luchador infatigable, de emprendedor nato e incluso de osado. Sus colega cuentan que se atreve a operar y con éxito, a muchos pacientes que otros no se deciden a llevar al quirófano. Y no es que se haya propuesto batir récords en sus 30 años de profesión, pero los números ponen de manifiesto que ha practicado 15.000 intervenciones-quirúrgicas, de las que 7.200 han sido a corazón abierto con circulación extra corpórea, y ha implantado 6.000 válvulas artificiales.

"Dicen que me lanzo a por todas y es así porque entiendo que la medicina no es una ciencia exacta y a priori no se pue den valorar los resultados fina les casi nunca. Además, la cirugía encierra unos misterios tre mendos y yo creo que la provi dencia está con los médicos y el enfermo en el quirófano".

Entre sus pacientes recuerda con especial cariño al diputado comunista Horacio Fernández Iguanzo, "al que operé una pri mera vez cuando estaba en la cárcel y luego ya como diputado", y a Pilar Miró, directora general de RTVE, que le dedicó su película Habíamos esta noche.

Casado y con cinco hijos, es además un madrugador recalcitrante que se levanta a las 5.30 para estar a primerísima hora en la clínica, "el segundo hogar, al que no he faltado ni un solo día desde que entré como alumno interno en 1950". Educado en el colegio del Pilar y amante de la literatura, lamenta no tener más tiempo para dedicar a la lectura, "pues casi todo me lo absorbe la medicina'.

Gregorio Rábago ha sido nombrado recientemente director general de la Fundación Jiménez Díaz, cargo que asume "con mucho entusiasmo y con grandes dosis de espíritu de sacrificio y de lucha, puesto que la clínica está atravesando por momentos críticos". "Soy consciente de que tomo el timón en una situación difícil, ya que desde 1978 tenemos un déficit de casi 5.000 millones de pesetas, y el otro gran problema es que llevamos todo el año batallando con el fantasma de un posible traslado al hospital clínico de Alcalá de Henares. El ministro de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas, tiene muy claro que esto supondría un coste político, social y económico muy alto, por lo que confio en llegar a un acuerdo con él".

De su tío Carlos ha heredado su pasión por la medicina y su afición a los toros que le lleva todos los años por San Isidro a una cita diaria a Las Ventas.

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