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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Hoy muere una época

Las pequeñas series -tres o cuatro capítulos- presentan algún problema, y ésta no está libre de ello. La abundancia novelesca de personajes, ambientes y conflictos del original -ya se sabe qué una palabra vale por mil imágenes- hace que el espectador tarde en reconocer a todos y sus relaciones internas, y entrar en contacto con la trama: apenas empieza a hacerlo, se ha terminado. Vida privada es una novela muy densa -y muy buena-; y lo que más se le ve en esta versión es lo que llamaríamos tesis; la caída de una época, el fracaso de una clase alta en defender un espíritu propio -el catalanismo y su sumisión a una autoridad fuerte -la de Primo de Rivera- a cambio de una seguridad. Los ejercicios que hace el director Francesc Betriu para apuntar los símbolos y las palabras -como el pasodoble con el que el general abre el baile aristocrático- son insuficientes, a pesar de su esmero en narrar y ae la gran ayuda de los intérpretes, que incluso pierden matices de su oficio por acentuar los personajes. Si esta serie se hubiese dado durante cuatro días seguidos, en lugar de por semanas, la mayor parte de los problemas hubiera desaparecido. Pero ya hace tiempo -con otro equipo directivo- que decidieron no dar series diarias, por unos supuestos sociológicos probablemente imaginarios: una adicción del espectador que te tendría clavado a la televisión en determinadas horas fijas, con desdén para otros espectáculos. Las series largas y seguidas que se dan por la tarde son de capítulos sin relación entre sí.Vida privada termina hoy, como terminaban antes las novelas y siempre las películas y el teatro, con la resolución de todos los casos, de todos los conflictos planteados. Todos los personajes se reúnen en la boda de dos de ellos, todos contemplan su pasado; y la muerte de una dama simboliza la muerte de la época. Juan Marsé, Gustav Hernández y el propio Francesc Betriu, que dirige, han confeccionado un buen guión de una buena novela; la ambientación no sólo está buscada, sino rebuscada y, como suele suceder en muchos casos, se excede en acumular datos y objetos de época. Los actores lo hacen muy bien, a partir de José María Pou, en un papel detestable, y de Nino Castelnuovo, cuyo personaje no es menos lamentable, pero obligatoriamente simpático; hay que advertir que, salvo alguna excepción episódica -la de la dama que muere con su tiempo, por ejemplo-, los retratos son negativos. La internacionalidad del reparto está bien empastada. La serie se despide con pena.

Vida privada se emite hoy, a las 2 1. 10, por TVE-1.

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