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CIENCIA

Los 13 ministros reunidos en La Haya incian la "nueva era espacial" de Europa

Los Estados miembros de la Agencia Espacial Europea (AEE) dieron ayer una cauta luz verde a los principales programas espaciales europeos, al término de dos días de reunión de los ministros de Industria o de Investigación de los 13 países que integran la AEE. El titular alemán de Investigación, Heinz Riesenhuber, que presidió la conferencia, celebrada en la ciudad holandesa de La Haya, no dudó en describir el resultado alcanzado como "un gran paso hacia adelante" que "supondrá para Europa el inicio de una nueva era espacial".

IGNACIO CEMBRERO, ENVIADO ESPECIAL, La Haya

El ministro español de Industria, Luis Carlos Croissier, comparte esa opinión, y afirmó que la "Agencia sale bastante fortalecida".La única voz discrepante fue, una vez más, la del representante británico, Kenneth Clarke, reacio a aceptar el fuerte incremento del gasto y escéptico sobre los logros científicos, que acabó rechazando participar en dos de los tres programas opcionales, puso condiciones para financiar los otros dos y formuló una reserva a propósito de la investigación básica llevada a cabo por la Agencia. "Es demasiado ambicioso e irreal", dijo Clarke.

Los otros 12 ministros dieron su aprobación, en cambio, al programa del cohete lanzador Ariane 5 y aceptaron iniciar la fase de desarrollo de tres años para el transbordador Hermes y la estación orbital Columbus, así como un aumento anual del 5%, a partir de 1989, del presupuesto de la Agencia, pero este incremento está también supeditado al visto bueno de Londres.

Negociación con EE UU

Los fondos consagrados a los proyectos Columbus y Hermes de aquí a 1990 no rebasan en más de un 20% las previsiones iniciales, pero ambos programas seguirán adelante hasta el año 2000 con carácter semiautomático.Esto se produce a pesar de que la suerte del primero parece también depender de la negociación en curso con Estados Unidos, sobre la que la Agencia sentó ayer las bases: control de la utilización, uso pacífico, arbitraje en caso de litigio y patentes de propiedad industrial.

En caso de fracaso de estas conversaciones, algunas delegaciones son partidarias de que la Agencia Espacial Europea lleve adelante todo el proyecto por su cuenta.

Para los partidarios de que el Viejo Continente se lance de lleno en la carrera espacial, la única decepción es la petición formulada por la conferencia al director general de la agencia europea, Reimar Lüst, de reducir un 15% o incluso un 20% el gasto global previsto de 31.600 millones de unidades de cuenta europea (ECU) (4,18 billones de pesetas) de aquí a finales de siglo.

El ministro francés de Industria, Alain Madelin, consideró que "no será dramático"; y, por su parte, el máximo responsable de la Agencia aseguró que todos los programas se llevarán a cabo aunque acaso "alguno tenga que ser diferido en el tiempo".

Satisfacción española

Luis Carlos Croissier se mostró por su parte especialmente satisfecho por la promesa obtenida de poder recuperar el déficit industrial registrado por España en los últimos años con relación a su contribución financiera.El ministro español se felicitó de la intención declarada por la conferencia de aumentar de ahora en adelante en un punto -hasta el 96% de la aportación- las contrapartidas garantizadas a cada Estado miembro, de las que se beneficia en un 60% o 70% el sector privado español.

Con una aportación que supondrá el 3% del Ariane 5, el 5% del Hermes y el 6% o eventualmente el 7% del Columbus, España, quinto contribuyente de la AEE, deberá transferir a la Agencia, de aquí a 1990, 33.300 millones de pesetas, y en la última década del siglo, entre 146.000 y 183.000 millones suplementarios.

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