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El traslado de los F-16 a Portugal, oficialmente excluido de la 'cumbre' ibérica

La cuarta cumbre hispano-portuguesa desde que este tipo de encuentros se estableció en noviembre de 1983, se inicia hoy en Madrid. Los encuentros, limitados en esta ocasión a entrevistas entre el primer ministro portugués, Aníbal Cavaco Silva, y el presidente del Gobierno, Felipe González, por un lado, y los titulares de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y Joao de Deus Tinheiro, por otro, se celebran en un marco calificado como "de la mayor proximidad" entre los dos países ibéricos en la presente década.Fuentes diplomáticas españolas resaltaron que el encuentro ibérico se limitará a tratar sobre las relaciones bilaterales y la cooperación mutua en el seno de la Comunidad Europea; no está previsto en la agenda de las conversaciones tratar sobre la posibilidad -oficialmente desmentida en Lisboa, pese a las ambiguas declaraciones (de Cavaco y del ministro de Defensa, Eurico de Melo- de que Portugal albergue los aviones F-16 norteamericanos cuya retirada exige España en sus negociaciones con Estados Unidos. Sin embargo, otros medios gubernamentales consideraron "inevitable" que el tema se toque "aunque sea de pasada": "España quisiera conocer con claridad si Lisboa tiene o no una posición definitiva al respecto", dijeron estas fuentes.

El reciente abandono por parte española de la idea de instalar un cementerio de residuos nucleares en Aldeadávila (Salamanca), cerca de la frontera, eliminó el principal foco de tensión hispano-luso. Así, son problemas comerciales (como el gran superávit a favor de España) y de ritmo en los intercambios fronterizos los únicos contenciosos existentes entre dos países que, en opinión de un alto cargo en el Ministerio de Asuntos Exteriores español, "deberían colaborar más estrechamente y no dejarse llevar por recelos sin sentido". Al no existir ya el problema de Aldeadávila, añadieron estos medios, "pueden considerarse olvidados" algunos incidentes verbales, como unas recientes declaraciones del embajador portugués, Fernando Reino, consideradas en su momento "antiespañolas" por el Gobierno de Madrid. El Ejecutivo español negó oficialmente haber presionado a Lisboa para que sustituyese a Reino, aunque, aparentemente, tal sustitución estaría ya "prácticamente decidida", dada, entre otras cosas, la proximidad de Reino con el ex presidente portugués, Antonio Ramalho Eanes.

Este marco hace (que la primera visita oficial del centrista Cavaco Silva a nuestro país desde su abrumadora victoria electoral del pasado mes de julio, se presente con tintes esperanzadores para ambas partes.

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