El dólar vuelve a caer a niveles mínimos pese a las intervenciones de los gobiemos comunitarios
El dólar vivió ayer una nueva jornada marcada por fuertes bajas frente a todas las monedas de los países industrializados. La reunión de gobernadores de los bancos centrales del grupo de los diez, a la que siguió otra en la que participaron los máximos responsables monetarios de los países miembros de la Comunidad Europea, no sirvió en absoluto para frenar la fuerte caída de la divisa norteamericana, que volvió a depreciarse a pesar de la masiva intervención de los bancos centrales y de las desmentidas oficiales de la Casa Blanca de que se esté favoreciendo una caída de su moneda.
La jornada de ayer volvió a ser negra para los mercados de cambios. El dólar cambió a 133,65 yenes en Tokio, cuando el lunes lo había hecho por encima de los 135. En Francfort lo hizo a 1,65 marcos mientras que en Madrid donde no hubo mercado de divisas el lunes por ser fiesta, la divisa de Estados Unidos cambió ayer a 111,507 pesetas, 1,5 pesetas melos que el pasado viernes, cuando tuvo lugar el último cambio ofional, perdiendo en una jornada lo que en otros mercados había hecho en dos.La prevista barrera de defensa de la moneda norteamericana parece haberse derrumbado en todos los frentes y nadie se atreve a pronosticar un nuevo límite que psicologicamente pudiera presentarse como muro de contención. El nuevo suelo está todavía por fijar.
La reunión de los gobernadores de los bancos centrales de los países índustrializados, bien en su modalidad de gobernadores del grupo de los diez, bien en la de los gobernadores de los 12 países miembros de la CE, no ha servido para estabilizar el dólar en un nuevo tipo de cambio aunque sus resultados a corto plazo si se pueden evaluar respecto a las monedas que forman parte del Sistema Monetario Europeo (SME). El temor a un posible reajuste monetario interno parece alejarse momentaneamente tras las declaraciones del gobernador del Bundesbank en el sentido de que es innecesario un realineamiento de la divisas europeas.
Nuevas medidas
Esta fracaso parcial de la reunión de Basilea, que por otra parte poco podía solucionar en sí misma, ha puesto sobre la mesa la necesidad de que Estados Unidos adopte medidas claras para atajar sus problemas internos como única forma de poner en marcha mecanismos que puedan hacer amainar la tormenta monetaria de las últimas semanas y que amenaza con convertirse en algo estable.Posiblemente es la vez en la que más claro se ve sobre quiénes recaen los necesarios esfuerzos para solucionar los problemas. Ello no significa que vaya a ser una realidad. Mientras esto no ocurra los problemas de cambios por los que atraviesa el dólar seguirán pesando como una losa sobre el resto de las naciones que no tendrán otra alternativa que tratar de buscar salidas unitarias, para impedir que la crisis les afecte negativamente.
