CEPSA, a punto de llegar a un acuerdo con el grupo naviero danés AP Moller para la venta de su flota
La Compañía Española de Petróleos, SA (CEPSA), del grupo del Banco Central, está a punto de llegar a un acuerdo con el grupo naviero danés AP Moller para la venta de su flota de buques petroleros, en una operación comprendida entre los 8.000 y los 10.000 millones de pesetas. Ambas partes han mantenido distintas reuniones en Madrid. Las conversaciones son llevadas al máximo nivel ejecutivo del Banco Central. Un portavoz de CEPSA rehusó ayer dar detalles de la operación, asegurando que "la flota es nuestra".
La sociedad AP Moller es parte del grupo naviero Maersk, también de nacionalidad danesa, considerado una potencia en el mundo naviero internacional, que cuenta con una flota compuesta por todo tipo de barcos mercantes, bulkarriers, petroleros, contenedores, etcétera. Maersk está considerado uno de los cinco grupos navieros más importantes del mundo.La noticia del deseo de CEPSA de deshacerse de flota ha causado sensación en los ambientes navieros españoles, que tratan de encontrarle una explicación al hecho. Una de las razones barajadas apunta al dato de que CEPSA tiene ya suficientemente amortizada su flota una flota que ya no es nueva, se recalca, y dados los excedentes de tonelaje existentes en el mercado mundial de petroleros, resulta más rentable efectuar los transportes de crudos con barcos alquilados en régimen de time charter que mantener una flota con su correspondiente personal.
La venta forma parte de una operación más amplia constituida en esencia por un leasing, por la que CEPSA seguirá usando los barcos en régimen de charter back, es decir, utilizándolos en arrendamiento durante una serie de años y con posibilidad de recompra al final del período. Desde esta perspectiva, la venta tiene mucho de operación financiera pura, en la cual a Moller no le resultará difícil lograr financiación para la operación de compra, contando con un contrato de leasing a su favor. La operación garantizaría el mantenimiento del empleo en la flota de Campsa, asunto de gran importancia a tenor de las crecientes voces de alarma de sindicatos y organizaciones profesionales de marinos, que vienen denunciando la desaparición de puestos de trabajo, y de la propia Marina Mercante española.
Las negociaciones son llevadas con la máxima discreción desde la cúpula del Central. De acuerdo con algunas fuentes, el director de flota de CEPSA se enteró de la decisión cuando ya estaba prácticamente hecha y sin que su opinión, al parecer contraria a la operación, fuera tenida en cuenta.
La flota de CEPSA
CEPSA cuenta con tres superpetroleros (Valencia, Lérida y Gerona) de 150.000 toneladas de peso muerto cada uno. Dos buques tipo OBO (oil-bulk-ore) capaces de transportar indistintamente petróleo y mineral de hierro, de 80.000 toneladas cada uno. Un asfaltero, el Monteleón, de 8.200 toneladas. Tres buques para el transporte de combustibles, el Spabunker 1 y el Spabunker 2, de 4.600 toneladas cada uno, y el Mayorga, de 1.505 toneladas. Otros dos dedicados al transporte de productos químicos, el Moncloa y el Arapiles, de 3.390 toneladas. Además tiene otros dos barcos arrendados en régimen de time-charter. Se desconoce si los barcos pequeños de la compañía entran o no en la operación.CEPSA y el Banco Central mantuvieron recientemente negociaciones con el grupo KIO en torno a la venta de un paquete accionarial del 15%. de la compañía petrolífera.
Por otra parte, y coincidiendo con la reciente visita del presidente del Banco Central, Alfonso Escámez, a la Unión Soviética, el máximo responsable del Central y de Cepsa mantuvo conversaciones con las autoridades rusas de las que ha cristalizado un acuerdo de principio por el que CEPSA seguirá comprando petróleo soviético, unas 600.000 toneladas anuales, que serán transportadas a las refinerías españolas por barcos mercantes rusos.
Al menos el 80% del valor de estos fletes, a precios internacionales, se utilizarían para pagar las reparaciones de buques rusos, e incluso la construcción, en astilleros nacionales pertenecientes a Unión Naval de Levante, donde el Banco Central mantiene una posición accionarial mayoritaria.
