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Los ecologistas consideran que Tarragona está indefensa ante los peligros del complejo petroquímico

Cinco grupos ecologistas creen que Tarragona vive en una indefensión total ante el alto índice de peligrosidad a que se halla sometida la ciudad. La industria petroquímica que rodea Tarragona produce toda clase de gases, líquidos y ácidos tóxicos, letales y explosivos, y carece "del más mínimo control de seguridad", según Jaume Morrós, representante en España del Servicio Mundial de Información para la Energía (WISE). La organización terrorista ETA reivindicó ayer el atentado perpetrado el pasado viernes contra la yugular energética de ese centro petroquímico, que tras el ataque terrorista ha quedado prácticamente paralizado. Enric Olivé, un ex concejal tarragonés, también sostiene que "el control oficial del polígono no existe".

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Un emporio químico y nuclear

La organización terrorista ETA revindicó ayer la autoría de la colocación del explosivo que provocó el siniestro de Tarragona, a través de un comunicado que envió a varios medios informativos vascos, según informa desde Bilbao Victorino Ruíz de Azúa. ETA se reconoció autora también de la colocación de un coche-bomba en el barrio donostiarra de Loyola y de una bomba en un concesionario de automóviles de marca francesa en Haro (Logroño).En su comunicado, este grupo terrorista destacó, además, el resultado de las elecciones como "un triunfo a todas luces inocultable del movimiento de liberación nacional vasco", y reiteró su disposición a iniciar una negociación sobre la base de la alternativa KAS, que incluye el reconocimiento del derecho de autodeterminación de Euskadi.

En Tarragona 3.108 personas votaron el pasado 10 de junio a la lista que defiende esos mismos objetivos, la de Herri Batasuna.

Gases letales

Dos centrales nucleares -Ascó y Vandellós- y la concentración petroquímica de Tarragona son demasiado trabajo para un puñado de ecologistas. Sin embargo, su labor se ha multiplicado tras la explosión, el pasado viernes, de una bomba terrorista en un haz de tuberías de la compañía Enpetrol. El atentado, seguido de un gigantesco fuego, provocó un temor colectivo incontrolable. La explosión, que causó un incendio de 150 metros de altura, ha reavivado también la llama de la polémica que siempre ha rodeado la petroquímica. La seguridad de los habitantes de Tarragona y su área metropolitana vuelve a estar en entredicho.Pese a que en la planta petroquímica de Tarragona se elaboran toda clase de productos inflamables, explosivos y tóxicos, "nadie garantiza que su manipulación esté controlada y mucho menos si se produce una fuga", explica el ecologista Jaume Morrón. Esta tesis contradice el argumento expuesto, en lo que se refiere a la refinería, por los directivos de Enpetrol, según los cuales los circuitos de seguridad funcionaron en todo momento con ocasión del atentado.

En las instalaciones petroquímicas y de química de base que rodean la ciudad, Bayer produce isocianatos, de los que se obtiene el fosgeno, según los ecologistas. Este gas es el que provocó la tragedia de Bhopal, en la India, donde murieron unas 2.500 personas.

En el polígono, Dow Chemical y Basf fabrican propileno, la materia inflamable que ocasionó la explosión de Els Alfacs. En Tarragona la industria petroquímica produce el 68% del propileno nacional y tras el atentado de ETA, los bomberos temieron que las llamas que procedían de las tuberías abiertas por el explosivo etarra afectaran las esferas de propileno que BASF tiene situadas junto al lugar de la explosión.

Otra empresa, Industrias Químicas Asociadas QQA), compone óxido etileno, utilizado en la fabricación de bombas de aviación. También son peligrosos el cloruro de vinilo (Aiscondel), el acrilonitrilo, la acetocianhidrina y el acido cíanhidrico (Alcudia) y el cloro (Energía e Industrias Aragonesas).

Los efectos de la petroquímica inciden también en el ambiente. En Tarragona hay más cánceres de pulmón que en ninguna otra ciudad española y más problemas de laringe que en ninguna otra población catalana. Los ecologistas critican la falta de información sobre la contaminación ambiental. "El Ayuntamiento no informa sobre el índice de hidrocarburos del ambiente y tampoco se preocupa de la falta de agua dulce que padecemos desde 1975" explica Jaume Morrón.

El problema del agua preocupa en Tarragona. Los acuíferos se están salinizando, nadie se dedica a desalinizar el agua del mar y la industria petroquímica consume, desde hace ocho años, la misma cantidad de agua dulce que los habitantes y la agricultura ole la provincia.

"Durante la última campaña electoral ni uno sólo de los partidos políticos que se presentaron a las urnas nos hablé del peligro de la petroquímica", explica Enric Olivé, profesor de historia de la Facultad de Letras de Tarragona. Olivé figuraba como segundo en la lista del Partit del Socialistes de Cataluña (PSC) en las municipales de 1979. "Me echaron porque quise poner en marcha el Plan Parcial de Ordenación de la Zona de Gran Industria, que pretendía controlar la petroquímica", comenta Olivé, quien lamenta que ese plan "aún esté en vía muerta". Este ex concejal lamenta que "en España nadie sabe el peligro que corremos en Tarragona" y reclama "la acción inmediata de la Generalitat y el Gobierno central, para conseguir que la petroquírtúca esté más controlada.

"La simple presentación del proyecto evitó que el polígono creciera, pero no consiguió que se le diera luz verde definitivamente, porque las químicas recurrieron legalmente, congelaron jurídicamente el plan y hoy Tarragona sigue estando en peligro" declara Olivé.

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