Europa del miedo
Hondamente impresionado por el artículo de Juan Goytisolo sobre La Europa del miedo, y dejando al margen la preciosa ilustración con esvástica incluída, quisiera apuntar lo siguiente:La disposición aludida no procede del Gobierno de Alemania, que la ha criticado con dureza inusitada, sino del Gobierno bávaro.
La portentosa facultad que concede a la policía se reduce al poder discrecional de imponer una prueba del SIDA a extranjeros (no europeos, eso sí) que soliciten autorización de residencia. De aquí a las apocalípticas visiones de arbitrariedades xenófobas que el autor sugiere hay un trecho. Resultan incluso ridículas referidas a un Estado cuyo ordenamiento prevé la más amplia gama de recursos para cualquier destinatario de sus actos, así como un riguroso control judicial de la discrecionalidad administrativa.
Considerar retrógrado a F. J. Strauss no deja de ser un prejuicio estereotipado. Nombrarle junto a Hitler y Le Pen, tildándole de "obseso racista" y "traficante del miedo", excede el ámbito del error o del desconocimiento de causa y constituye una auténtica aberración.
La protesta contra "semejantes falacias y agravios" se debe a que el registro por el que, airado, ha optado Goytisolo es demagogico, hecho tanto más lamentable cuanto que el problema de fondo existe, es preocupante y merece la mayor atención.