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Reportaje:

Marimar Torres

Intenta dar a conocer en Estados Unidos la cocina española

Marimar Torres es una catalana que triunfa en Estados Unidos en el área en la que el tópico supone que más quisiera triunfar un catalán en el mundo de los negocios. Menuda, nerviosa, políglota y cosmopolita, Torres lleva 11 años al otro lado del Atlántico haciendo patria en el sentido más amplio de la expresión: ha multiplicado casi por 10 las exportaciones de los vinos de su familia a Estados Unidos y ha publicado un libro sobre cocina española que sirve para dar a conocer una tradición culinaria hasta ahora ignorada y para hablar, al amparo de los figones, de la historia y la cultura de España.

Torres pertenece a una familia de rancia estirpe vitivinícola, en la que es la tercera hija y única mujer de su generación. En principio estaba destinada a ser una clásica señorita de la burguesía catalana universitaria, sí, pero con un buen matrimonio como objetivo. Su voluntad fue muy superior a las convenciones, y desde hace una década larga se encuentra en Estados Unidos, al frente de una firma que importa los vinos de su familia. Basta hablar con ella para darse cuenta de que su entusiasmo hace que el parentesco sea sólo parte del incentivo que la ha llevado a convertir en 140.000 las 15.000 cajas de vino que importaba hasta hace 11 años, o a seguir con emoción y esfuerzo la aventura de crear una bodega de la firma en tierras californianas.Divorciada de un norteamericano, sin hijos, Torres conoce y admira el país en el que vive, donde ha recogido más mieles que hieles. Galardonada en 1983 con el título de mujer del año por una revista especializada en el mundo del vino, Mar¡mar, como reza la matrícula personalizada de su coche, posee una espléndida casa en Sausalito, localidad residencial del alto status próxima a San Francisco, a los pies de cuya terraza se extiende la bahía.

El viejo principio de que el buen paño en el arca se vende no es venerado por esta mujer, que con su formación de economista y su instinto, aquilata hasta el céntimo para colocar sus productos en un mercado saturado y exigente. La botella de Sangre de Toro se vende a 3,99 dólares, porque "los cuatro dólares es una barrera psicológica". El rioja se encuentra en Estados Unidos por detrás de estos vinos catalanes, y Torres lo atribuye a que "los riojanos no han desarrollado mercado de marca".

De sus esfuerzos por introducir su vino entre los norteamericanos llegó a la imprenta, a finales del año pasado, The Spanish Table, un libro sobre "las cocinas y los vinos de España", según el subtítulo. Remotos antecedentes de este volumen son unos folletos en los que Torres ofrecía "recetas de la familia" convenientemente regadas con los caldos catalanes. Tres años de trabajo y varios viajes por España tienen su fiel reflejo en una gira gastronómica que ofrece al lector norteamericano una extensa relación de recetas tradicionales y nuevas, una descripción de las principales bodegas y una selección de reputados restaurantes, todo ello sazonado con oportunas referencias históricas y culturales.

Las recetas, bien explicadas y factibles, están adaptadas al mercado norteamericano por la carencia de algunas materias primas en Estados Unidos. Un purista podría quejarse, pero ella es una pragmática. "¿Es que porque aquí no existan las floras o las vieiras vamos de dejar de enseñar recetas que llevan estos ingredientes?", se pregunta. Y se responde: "Pues no. Se utilizan ingredientes similares. Lo importante es que sea bueno y que tenga un aire español".

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