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Afectados por el síndrome tóxico agredieron a algunos acusados

Incidentes aislados, protagonizados por algunos afectados del llamado síndrome tóxico, que apedrearon e intentaron agredir a algunos de los acusados, rodearon el primer día de la vista del juicio de la colza, que previsiblemente durará cinco o seis meses. Juan Miguel Bengoechea, el primer acusado en prestar declaración, contradijo ayer algunas de sus declaraciones efectuadas en 1981.

La vista del juicio se inició ayer en la Casa de Campo de Madrid, donde, a pesar de las medidas de seguridad que se habían previsto, se produjeron algunos momentos de tensión. En el descanso de la jornada, al mediodía, algunos exaltados que no habían podido entrar a la sala intentaron agredir a los acusados, que tuvieron que ser protegidos por la fuerza pública.

Antes de comenzar la vista, que se inició a las 9.36, ya se habían producido los primeros incidentes, cuando no todos los afectados, que habían llegado desde distintos puntos de España, habían podido entrar en la sala, prevista para 600 personas.

Una vez constituido el tribunal, formado por los magistrados José Antonio Giménez Alfaro, Siro García Pérez y Javier Gómez de Liaño, el secretario procedió a la lectura del resumen de las conclusiones provisionales. Tras ella comenzó el interrogatorio del primero de los acusados, el industrial donostiarra Juan Miguel Bengoechea, quien importó la colza desde Francia.

Bengoechea contestó con voz clara y con frases cortas a las preguntas del fiscal, Eduardo Fungairiño. En sus declaraciones se contradijo con las realizadas en 1981, tanto ante la policía corno ante el juez. Tras los incidentes que se produjeron durante el descanso que separaba la jornada de mañana de la sesión de la tarde, Bengoechea no quiso responder a las preguntas de los abogados acusadores.

El director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, afirmó anoche que se tomarán las medidas oportunas para que en los días próximos no vuelvan a registrarse incidentes como los de ayer.

Por otra parte, Ignasi Baixeras, uno de los dos empresarios fugados de España y que no han regresado para el juicio, ha sido localizado en Quito (Ecuador) por un periodista de EL PAÍS. Baixeras dijo que volverá "en cuanto haya sentencia".

Páginas 15 a 18

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