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Alfonso Guerra pretende en Argel la neutralización del dirigente de ETA Txomin Iturbe

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, persigue en Argelia la neutralización, a todos los efectos, del dirigente de ETA Militar Txomin Iturbe Abasolo, cuestión que ha sido presentada formalmente a las autoridades argelinas como un asunto vital y de primer orden para la seguridad del España. Las gestiones de Guerra se producen tras frustrados intentos policiales y diplomáticos desde Madrid en el mismo sentido, y en un momento en el que Iturbe disfruta de carta de refugiado político y vivienda, aunque a 200 kilómetros de la capital del país, Argel.

Guerra mantiene desde ayer en Argel intensas conversaciones políticas con el responsable del secretariado permanente del Frente de Liberación Nacional (FLN, partido único), Mohamed Cherif Mesadia, considerado el número dos del sistema. Las conversaciones son "de partido a partido" (el FLN y el PSOE) con el ánimo común, expresado públicamente por ambas partes, de que esta visita suponga "un nuevo impulso a las relaciones". Esto último, a juicio de diferentes observadores, puede ir acompañado por una política de gestos por ambas partes, como puede ser el control de ETA desde Argel y la reanudación de relaciones entre Madrid y el Frente Polisario.El vicepresidente español, a su, llegada ayer al aeropuerto Huari Bumedian, de Argel, donde fue recibido por Mesadia, aseguró que las relaciones entre los dos partidos deben continuar "en la coincidencia y en la cordialidad", lo que en su opinión es mutuamente "deseado, posible y conveniente". Guerra explicó que el PSOE y el FLN han mantenido siempre "una relación amistosa y una gran coincidencia en los temas bilaterales y multilaterales".

Motivo de discordia

Esta coincidencia ha estado, al menos hasta ayer, subterráneamente quebrantada por el asunto ETA, y en concreto por el caso Iturbe, dirigente etarra al que Argelia- ha permitido incluso hacer manifestaciones públicas, como la recientemente efectuada al diario Egin en la que pedía el voto para Herri Batasuna en las pasadas elecciones vascas.

Iturbe es para Argel un refugiado político con libertad de movimientos que, como dijo hace días Mesadia, está en Argelia "por razones humanitarías". Sin embargo, en opinión del Gobierno socialista de Madrid se trata del jefe de una banda terrorista que asesina en España a la que se ha formulado una oferta de paz para que entregue las armas como paso previo a la reinserción, oferta rechazada.

La mayoría de los observadores coincide en que el único, que puede resolver cuestiones delicadas entre los Gobiernos de España y Argel es el propio Guerra, considerado en el país norteafricano como un interlocutor preferido, relación que se remonta al contencioso del gas No en vano es ésta la tercera visita que efectúa el vicepresidente del Gobierno español a Argelia, país con el que hay asuntos espinosos: Iturbe y ETA, la ruptura Madrid-Frente Polisario y la presencia en España de opositores del clandestino Movimiento para la Democracia en Argelia (MIDA), del ex presidente Ben Bella.

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Desde que se conoció la presencia de Iturbe en Argelia, tras su salida el pasado verano de Gabón, han pasado por Argel muchos emisarios y negociadores. El último fue el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, que viajó con una delegación de 16 personas entre comisarios, guardias civiles y funcionarios de Interior, sin que se hayan producido hasta ahora resultados concretos, porque Argel ha exigido el tratamiento de los temas bilaterales, incluidos los de seguridad y diplomacia, en un marco que incluya el diálogo político.

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