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La nacion más hermética de Europa

La República Socialista Popular de Albania, situada en la península balcánica, a orillas del mar Adriático, tiene una extensión de 28.748 kilómetros cuadrados y una población de casi tres millones de habitantes. Limita con al Norte y al Este con Yugoslavia y con Grecia por el Sur.Albania es el país más pobre y el más hermético de Europa. De acuerdo con cifras del Banco Mundial, el producto nacional bruto per cápita en 1981 era de 820 dólares. En 1983, únicamente 6.000 extranjeros visitaron ese país, según estadísticas internacionales de turismo. Sus relaciones diplomáticas han sido tan restrictivas, que incluso los países del área socialista han tenido problemas con el régimen de Tirana. Soviéticos y chinos, por ejemplo, han pasado de ser estrechos aliados a fríos enemigos. Tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos son considerados hoy desde Tirana como superpotencias "rapaces y belicistas".

Aproximadamente el 70% de la población albanesa es musulmana, y el resto, ortodoxa y católica, pero el Estado no reconoce ninguna religión. Todas las instituciones religiosas fueron cerradas por el Gobierno en 1967.

Enver Hoxha, padre de la patria albanesa y fundador del partido comunista, tomó el poder en 1945 tras dirigir la resistencia contra italianos y alemanes, y gobernó el país hasta su muerte, el 11 de abril de 1985.

Albania es una república popular regida según la Constitución de marzo de 1946, enmendada en 1950 y en 1976. El supremo órgano de gobierno es la Asamblea Popular, que tiene 250 diputados, elegida cada cuatro años sobre una lista única de candidatos por sufragio universal, secreto y directo. La Asamblea nombra al Consejo de Ministros y al Tribunal Supremo. El presidente del Presidium de la Asamblea es también presidente de la República.

El único partido político existente es el Partido Comunista del Trabajo de Albania. El actual presidente del Presidium de la Asamblea Popular es Ramiz Alia, elegido el 22 de noviembre de 1985, a la muerte de Hoxha. La llegada al poder de Alia, quien se fue rodeando de un equipo nuevo y relativamente joven, fue acogida en medios políticos occidentales con expectación, por cuanto parecía que iba a suponer una paulatina revisión de la política aislacionista en la que había vivido el país durante décadas. Alia empezó, al poco de acceder al poder a dar prioridad a los temas económicos, intentando diversificar las limitadas relaciones comerciales de su país con el centenar de países con los que mantiene relaciones.

Sólo un 34% de los albaneses vive en las ciudades. No hay coches privados, siendo las bicicletas y las mulas los medios de transporte más usados. En 1977 estableció con Grecia su primera línea de vuelos internacionales, aunque no hay vuelos interiores. Recientemente, el 6 de agosto, inauguró un tramo de ferrocarril que le une a Yugoslavia, dejando de ser el único país europeo al que no se podía llegar en tren.

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