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Osvaldo Soriano previene sobre las "Iecturas fáciles" de su obra

El escritor argentino Osvaldo Soriano decía ayer en Buenos Aires: "Quisiera prevenir a los espectadores sobre las lecturas fáciles de la historia". Su novela No habrá más penas ni olvido, uno de los más grandes éxitos literarios de los últimos años en Argentina, dio origen a la película que se emite esta noche por Televisión Española.Agitado por la ansiedad que le provoca la inminente edición de su cuarta novela, titulada Zona de exclusión -como denomina el Gobierno británico al área bajo su control alrededor de las islas Malvinas-, Soriano tiene en su inemoría aquellos primeros meses de 1974, cuando escribía No habrá más penas..., sin imaginar lo que sucedería después. "Porque yo contaba mi historia de ficción", dice, "al mismo tiempo que ocurría la real. Traté de reducir a un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires lo que en aquel momento sucedía en los grandes centros de poder del país. El fenómeno era muy extraño, la derecha del peronismo trataba de descalificar a los dirigentes progresistas del partido acusándolos de infiltrados, de no ser peronistas. Al agravio le sucedía la violencia".

Exiliado a partir de 1976, Soriano logró publicar la novela en España. Toda su obra fue prohibida en Argentina, pero No habrá más penas ni olvido entró de forma clandestina y era conocida mucho antes de ser editada en 1982. La visión desde la izquierda de la descomposición interna del peronismo provocó primero una reacción sentimental de rechazo y luego obligó a una revisión crítica que aún continúa.

Soriano asegura que la película dirigida por Héctor Olivera sigue fielmente a la novela. Y explica: "Exigí que la adaptación la hiciera Roberto Cossa, el mejor guionista y autor de teatro del país. Olivera es un director honesto y claro que sólo comienza a rodar cuando todos están de acuerdo. Sólo hay un detalle que fue ignorado deliberadamente.

En la novela, uno de los personajes encuentra una placa policial que se le cae a un miembro de la banda de matones enviados al pueblo. Estaba clara la participación de la policía en la represión iniciada entonces, pero la película se rodó en el fin de la dictadura, y esa escena podría haber determinado su prohibición".

Soriano reconoce hoy que "la novela tuvo un mérito casi ajeno" a él. Fue portavoz de lo que ocurría cuando todo el mundo invocaba a Perón desde los sectores más diversos y extremos".

El escritor admiteque No habrá mas penas ni olvido la continúa escribiendo. De otra forma no se explica que haya llegado a vivir tranquilo en tan hermosa y antigua casa del tradicional barrio de La Boca: en la planta baja funciona una unidad básica, lugar de reunión de los militantes peronistas. Él goza de esa ironía como si nada tuviera que ver con ella. Por las tardes sale al balcón y rumorea sus tangos: "Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá más penas ni olvido". Canta enmarcado entre enormes retratos de Perán y Evita.

No habrá más penas ni olvido se emite hoy, a las 20.30, por TVE-2. Crítica del filme en la página 3 del suplemento En Cartel.

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