_
_
_
_

100.000 madrileños son portadores de la hepatitis B

Alrededor de 100.000 madrileños son portadores del virus de la hepatitis B, y de ellos unos 30.000 son portadores sanos, es decir, que pueden transmitir la enfermedad sin padecería ellos mismos. El informe pone especial énfasis en que ya se cuenta con los conocimientos necesarios para erradicar totalmente la enfermedad, "y tan sólo resta vencer los obstáculos que se oponen para su racional aplicación". Los 750 recién nacidos anualmente que heredan la enfermedad serán los beneficiarios del primer programa de vacunación.

Las cifras citadas se recogen en un amplio informe realizado por la Comisión Regional de Hepatitis B -formada por personal de la Comunidad de Madrid, del Insalud y de las áreas de profesionales clínicos y de salud pública-, creada especialmente para dictaminar el alcance de esta enfermedad en la región y sus consecuencias para la salud pública. El informe destaca que la hepatitis B supone "uno de los principales problemas de salud pública en el campo de las enfermedades transmisibles", por la alta tasa de infecciones agudas que origina, dado que alrededor de un 10% evoluciona hacia dolencias crónicas que generan a su vez un gran número de portadores responsables de la continuidad de la enfermedad.El informe estima que cerca de un 1. 100.000 personas han padecido el virus de la hepatitis B, la gran mayoría sin advertirlo. Aproximadamente 1.000.000 se ha inmunizado, pero los restantes 100.000 son portadores de la enfermedad. De ellos, 30.000 son sólo portadores y transmisores, pero sin padecerla ellos mismos; otros 40.000 presentan un cuadro, de hepatitis crónica persistente, lo que supone que pueden vivir muchos años per o encerrados en el cada vez más apretado círculo hospital-domicilio; los restantes 30.000 padecen hepatitis crónica activa, que muy frecuentemente degenera hacia la cirrosis hepática, el carcinoma hepatocelular y la muerte.

Lo contradictorio con la persistencia de esta enfermedad es que, como afirmaron Carlos Muñoz, director general de Salud de la Comunidad, y Luis Martín Álvarez, presidente de la comisión, se tienen los conocimientos y técnicas necesarias para erradicarla, pero esto aún no se ha conseguido por la falta de medios materiales.

El informe señala la adopción de medidas preventivas y la vacunación como la mejor estrategia a seguir para la erradicación de la hepatitis B. Existen grupos de población considerados de alto riesgo, entre ellos los recién nacidos hijos de madres portadoras, de los que se calcula que nacen unos 750 al año. Los restantes grupos son los enfermos hemodializados y hemorilicos, personal sanitario, deficientes mentales profundos, drogadictos, homosexuales y prostitutas. Un grupo de alto riesgo, cifrado en unas 270.000 personas, lo constituyen los familiares y personas del entorno directo de los enfermos, ya que la hepatitis B se contagia fundamentalmente por la proximidad y la frecuencia de las relaciones personales.

Improvisación

Hasta ahora, señalan las conclusiones del informe, los casos de hepatitis se han ido tratando uno a uno, según eran detectados por los médicos, lo que explica que la enfermedad como tal siga muy extendida.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

De los 911 hemodializados y hemorilicos susceptibles de contraer la enfermedad, según los datos del informe sólo están vacunados 44; del grupo de deficientes mentales profundos, de los que son susceptibles 560, no hay ninguno vacunado; en el grupo de drogadictos, de 2.000 susceptibles están vacunados dos; del grupo formado por homosexuales, prostitutas y reclusos, entre otros, que suman una población de susceptibles de 51.600 personas, la vacuna ha llegado a 21 de ellos. Sólo el personal sanitario ha seguido un programa que ha permitido que la mitad de los 5.325 casos susceptibles estén vacunados.

Carlos Muñoz y Luis Martín declararon a este periódico que la táctica de tratar caso por caso según aparecen está desfasada, "sobre todo si tenemos en cuenta que unos buenos programas de vacunación podrían conseguir la erradicación total de la enfermedad".

Este otoño se iniciará el primer programa, centrado en los recién nacidos hijos de madres portadoras, más fáciles de detectar y controlar. A continuación se pondrá en marcha un programa experimental en el medio rural, donde la población también está más fácilmente controlada a efectos médicos por los facultativos rurales, dependientes de la propia Comunidad de Madrid.

El tratamiento de la población nonnal es más complicado y exige la coordinación de todos los médicos, tanto adscritos al Insalud como al sector privado. Se trataría de que al detectar a una persona enferma se sometiera a análisis y tratamiento a sus familiares, y todos los datos quedaran centralizados en la confusión.

"Estos programas de carácter preventivo exigen una inversión fuerte, tanto en las propias vacunas como en los marcadores de control de evolución posterior del sujeto", afirmó Carlos Muñoz, "pero a medio y largo plazo se obtendrían incluso buenos resultados econónúcos, puesto que es mucho más caro tener que tratar luego a miles de enfermos crónicos durante años".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_