EE UU presiona para un cambio democrático rápido y pacífico en Corea del Sur
El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, insistió ayer en Seúl en la necesidad de mantener la estabilidad en Corea del Sur que permita una transición democrática sin violencia, anunciada por el presidente de Corea del Sur, Chun Doo Hawn.George Shultz recordó las resoluciones de la cumbre de Tokio en pro de una representación separada de las dos Coreas en las Naciones Unidas, antes de salir hacia Manila, el siguiente punto de su gira.
Shultz, que visitó la capital surcoreana tres días después de violentos enfrentamientos entre la policía y estudiantes de la localidad de Inchon, conversó, con dirigentes del opositor partido de la Nueva Democracia, pero no con los líderes espirituales del mismo, como Kim Dae Jung, cuya actuación política impide el Gobierno.
"Una oposición que incite a la violencia", dijo Shultz, "no ayudará al cambio político". En las últimas semanas -y en particular desde el cambio político en Filipinas- la oposición surcorearia organiza cada fin de semana manifestaciones en pro de una reforma constitucional que permita una elección directa del presidente en 1988.
Shultz, durante su entrevista con el presidente Chun Doo Hawri, trató también de la situación entre las dos Coreas y reafirmó el apoyo de los líderes reunidos en la reciente cumbre de Tokio, para que los próximos Juegos Olímpicos de 1988, en Seúl, se celebren en paz. Washington está presionando políticamente por una pronta transición hacia estructuras democráticas en Corea del Sur, como única salida para evitar un enfrentamiento interno.
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