Dimite el gerente del plan de reconversión de los fertilizantes
El gerente de la sociedad de reconversión del sector de fertilizantes, Mateo Revuelta, presentó su dimisión el pasado viernes, según confirmó el director general de Industrias Químicas, de la Construcción, Textiles y Farmacéuticas, Miguel Ángel Feito. Tanto Feito como fuentes del sector calificaron de "personales" las causas de la dimisión y dijeron que no causaría ningún retraso en el calendario de reconversión. Feito señaló que el nombramiento de un nuevo gerente sería "casi inmediato".En algunos medios del sector de fertilizantes no se considera imprescindible la figura del gerente Esos medios subrayan el hecho de que "somos solamente nueve empresas y todas figuramos en el consejo de administración del plan, por lo que las tareas de coordinación son relativamente sencillas". Miguel Ángel Feito declaró, sin embargo, que la opinión general era favorable a mantener la figura de un gerente.
Las empresas de fabricación de fertilizantes necesitan, según el plan de reconversión firmado en diciembre de 1984, reducir notablemente su capacidad de producción para adecuarla a la demanda, reducir los costes de producción y ser saneadas financieramente.
La reducción de la producción afecta especialmente a los abonos fosfatados y los complejos. En lo que respecta a los nitrogenados, el problema no es de superproducción sino de costes demasiado elevados. La causa principal de los altos costes es la escasez de materias primas.
El amoníaco, básico en la fabricación de fertilizantes, se produce en España a partir de la nafta, lo que encarece el producto y lo hace poco competitivo frente a la producción extranjera.
La Administración señala, en el plan de reconversión, que el amoniaco es un producto estratégico y subraya la necesidad de que España importe como máximo el 50% del amoniaco que consume. Para ello, la Administración propone mantener el sistema de subvenciones a la fabricación de esta materia prima, aunque reduciendo la producción. Algunas empresas, como Cros, consideran que la fabricación de amoníaco debería quedar reservada, por sus especiales características, al propio Instituto Nacional de Hidrocarburos.
