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El 20% de los grandes comercios de Madrid rompe la cadena de frío de los alimentos congelados o refrigerados

El primer resultado obtenido por el Servicio de Consumo de la Comunidad de Madrid tras una campaña de control de congeladores y frigoríficos de establecimientos comerciales arroja la conclusión de que el 20% de los inspeccionados interrumpió en algún momento la cadena de frío, "con el consiguiente peligro para el buen estado de los productos". Carlos Arnaiz, director del servicio citado, afirma que la situación ha mejorado. "Hace unos años el grado de incumplimiento hubiera sido tal vez del 50% o 60%", dijo.

El Servicio de Consumo de la Comunidad colocó en productos almacenados en 600 aparatos de congelación y en 650 de refrigeración -la práctica totalidad de los comercios de Madrid con más de 250 metros cuadrados- unas pegatinas especiales que cambian de color en caso de que la temperatura suba de forma peligrosa para la conservación de los alimentos. Las denominadas pegatinas del frío son en realidad unos sensores con cuatro fases diferentes. Las irregularidades descubiertas se refieren en su mayor parte a los tres primeros grados, pero en un 2% de los casos se llegó a la fase cuarta, lo que indica que esos productos llegaron a estar completamente descongelados.La campaña se ha realizado durante los últimos dos meses. En próximas fechas, informó Carlos Amaiz, jefe del Servicio de Consumo regional, se iniciará un control similar en las instalaciones de refrigeración y congelación de establecimientos comerciales cuya superficie sea inferior a la indicada. Esta campaña referida a los pequeños comercios irá acompañada de folletos informativos sobre las condiciones que deben cumplir las instalaciones y el tiempo máximo que los productos pueden permanecer al aire libre en operaciones de descarga.

"Con estas medidas" afirmó Arnaiz, "tratamos de garantizar que los congelados lleguen a manos de los consumidores en perfecto estado". Sucesivas campañías de inspección y control se extenderán también a los sistemas de transporte utilizados en el caso de productos congelados o refrigerados, aunque en este caso se hará una campaña por cada producto alimentario concreto.

Problemas sanitarios

Desde que el alimento congelado sale de las industrias de envasado hasta que es adquirido por el cliente, la temperatura de los recipientes en que se transporte o almacene no puede ser superior a 18 grados bajo cero. La congelación del producto, una vez iniciada la descongelación, arruina la calidad del alimento y puede provocar problemas sanitarios. En el caso de productos refrigerados, la temperatura no puede superar cuatro grados.En el servicio de Consumo de la Comunidad de Madrid se ha recibido el resultado de los controles como una sorpresa agradable, según Carlos Arnaiz, porque "de ese 20% de incumplimiento" afirma, "lo que podríamos llamar hechos graves -productos que han llegado a la descongelación o a la falta total de refrigeración-, sólo afectan a un 2% y a un 6% de los casos, respectivamente".

Amaiz añade: "El interés de los comerciantes por la calidad de sus productos ha mejorado; hace algunos años no nos hubiera sorprendido encontramos con un grado de incumplimiento en torno al 50% o al 60%".

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El director del servicio de Consumo de la Comunidad de Madrid dijo que los datos facilitados ayer son sólo una primera lectura de los resultados de la inspección. "Habrá que estudiar caso por caso, y averiguar cuáles son las irregularidades más corrientes, en qué momento se producen y por qué motivos".

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