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GENTE

Edmond Chapman,

británico de 77 años, y su esposa Sheila aman a los animales más de lo que sus dos pastores alemanes, Jake y Elsa, aprecian a la raza humana. El matrimonio decidió vender su casa de Cornualles y exiliarse en Francia antes que aceptar la sentencia de un tribunal que les obligaba a terminar con la vida de los dos perros, que habían atacado a varios paseantes. En el momento de la partida, Elsa ha mostrado lo fundado de la sentencia abalanzándose para morder a un aduanero. La señora Chapman cree que fue el aduanero el que "cometió un error", ya que "estaba cantando y agitaba los brazos".

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