El Ejército del Aire solicita que las tropas de EE UU en España sean reducidas con lentitud

Los principales mandos del Ejército del Aire español han solicitado al Gobierno que la reducción de las tropas estadounidenses destinadas en España se haga lenta y escalonadamente, especialmente en las bases aéreas de Zaragoza y Torrejón (Madrid), según han informado jefes militares de dicho ejército y han confirmado fuentes del Ministerio de Defensa. Los servicios que a raíz de su retirada dejen de cubrir los norteamericanos tendrán que ser realizados por las Fuerzas Aéreas, y se estima que los presupuestos de este ejército se incrementarán por este motivo al menos en 5.000 millones de pesetas anuales.

El mantenimiento de las pistas y de los servicios de infraestructura de las bases, el transporte del combustible para los aviones, parte de la conservación del oleoducto Rota-Zaragoza y de equipos de alerta y control, y la, reposición de material de alta tecnología en sistemas de comunicaciones serán algunos de los costes económicos que tendrá que asumir el Ejército del Aire en el momento en que se reduzca la presencia militar estadounidense. Un amplio informe sobre estos costes ya ha sido estudiado por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, teniente general José Santos Peralba, quien ha tratado el problema con el ministro del Defensa, Narcís Serra.La postura del Ejército del Aire coincide; aunque por distintos motivos, con la mantenida por EE UU, que defiende el proyecto de que la reducción, si definitivamente se produce, se haga escalonadamente y, en cualquier caso, a partir de 1988, año en que concluirán las negociaciones para renovar el Convenio de Amistad y Cooperación Hispano-Norteamericano.

La estimación de los costes económicos que supondrá la reducción de las tropas estadounidenses ya ha sido realizada por parte española y norteamericana, aunque los resultados son muy diferentes. Para EE UU, la salida total de las tropas estadounidenses supondría un coste anual para España próximo a los 20.000 millones de pesetas, mientras para los expertos españoles que han estudiado el problema ese coste ronda los 9.000 millones anuales.

Actualmente, y antes de que hayan comenzado los negociaciones formales sobre la reducción de tropas, la postura española, de acuerdo con los informes realizados por estrategas de Defensa, consistirá en exigir la salida de todas las unidades militares estadounidenses cuyas misiones no estén encaminadas directa y exclusivamente a la defensa de Europa, siempre que dichas misiones puedan ser cubiertas por efectivos españoles.

Rota, la excepción

La principal excepción a ese principio lo constituye la base aeronaval de Rota (Cádiz), considerada la más importante para EE UU desde el punto de vista estratégico, ya que las Fuerzas Armadas españolas estiman que hoy no cuentan con medios para controlar el Estrecho de Gibraltar. Los informes de los estrategas indican, por el contrario, que la presencia militar estadounidense en la base aérea de Torrejón debe desaparecer totalmente. En Torrejón hay ahora 4.500 militares y 680 civiles norteamericanos.

La postura española incluye, siempre ante las futuras negociaciones, la exigencia de que el Gobierno estadounidense pague importantes cantidades económicas por la utilización del territorio español tanto para misiones encaminadas a la defensa de Europa como para otras encaminadas a la defensa de intereses norteamericanos en el norte de África o en Oriente Próximo.

Con respecto a este punto, las fuentes militares han indicado que en la OTAN se ha planteado la posibilidad de que EE UU estudie compensaciones económicas para aquellos países europeos que deben efectuar mayores esfuerzos cada vez que Washington distrae parte de sus tropas desplegadas en Europa para misiones no relacionadas con la defensa del continente. EE UU mantiene, según las fuentes informantes, que, en la mayoría de los casos, sus actuaciones fuera del área de intervención de la OTAN también contribuyen a la defensa de Occidente y, por tanto, de Europa.

Desde un punto de vista puramente militar, la posición expresada por los mandos de los tres ejércitos, según informan fuentes de Defensa, consiste en que el Gobierno permita sólo una mínima presencia militar extranjera en los espacios geoestratégicos españoles. El Plan Estratégico Conjunto, recientemente aprobado por el Gobierno, señala que el eje estratégico español es Baleares-Península-Canarias.

Tras la segunda ronda de conversaciones hispano-norteamericanas sobre la reducción, se difundió un comunicado conjunto según el cual, tras el reajuste de la presencia americana, las Fuerzas Armadas españolas asumirán nuevas funciones encaminadas a la defensa de Europa "en el entorno geoestratégico español".