La muerte de Mikel
El espacio Emen Bizi (Vivir aquí), programa de la televisión vasca (Euskal Telebista) más o menos inspirado en el Informe semanal de Televisión Española, ofreció el pasado domingo por la noche, horas después de la aparición en aguas del Bidasoa del cadáver de Mikel Zabaltza, un estremecedor documento, modélico como reportaje de actualidad, sobre el caso del joven navarro.¿Dónde está Mikel? era el título del reportaje grabado por Euskal Telebista. La aparición del cuerpo, las imágenes de cuyo rescate sirvieron para introducir el espacio, hizo cambiar aquella pregunta por la que tanta gente se plantea hoy en Euskadi y fuera de Euskadi: ¿dónde ha estado Mikel?
La necesidad de dar respuesta urgente a esa pregunta fue implícitamente reclamada por la parte del programa dedicada a recoger las declaraciones de las personas que permanecieron detenidas con Mikel Zabaltza en el cuartel de Intxaurrondo y, en particular, por el testimonio de su novia, Idoia Ayerbe. Las inexistentes, o casi, respuestas del ministro del Interior a las preguntas planteadas en el Congreso por Marcos Vizcaya fueron sustituidas en el programa por fragmentos de declaraciones del abogado de los guardias civiles, Jorge Argote. Sus explicaciones, intercaladas tras cada interrogante de Vizcaya, sirvieron de contrapunto oficial a las sospechas expresadas por el resto de las personas que intervinieron en el reportaje.
La imagen de la madre de Zabaltza declarándose convencida de que su hijo estaba vivo ("oculto en algún lugar hasta que se reponga de lo que le han hecho") -grabadas antes, pero emitidas después de que el hallazgo del cadáver disolviera esa última esperanza- tuvieron el acento trágico de lo irremediable. Las escenas del rastreo del río por parte de los submarinistas, los relatos estremecedores de las últimas personas que vieron a Mikel antes de su detención, las declaraciones de los juristas relacionadas con la investigación, las imágenes, de un verismo extraordinario, de las cargas policiales contra los manifestantes que días antes, en San Sebastián, reclamaban la aparición de Mikel, contribuyeron a dar al documento una densidad y una verosimilitud poco comunes en el medio televisivo.
Acierto
Pero quizá el mayor acierto del programa de la televisión vasca fuera la reconstrucción, con una cámara ágil y escrutadora, de la escena del túnel. Reconstrucción de la reconstrucción, es decir, de la repetición por parte de los guardias civiles, ante el juez, de su versión de la huida del joven navarro relatada por un hermano de Mikel, la escena dejó colgando una última pregunta: si tal versión es veraz, ¿qué puede inducir a un joven esposado y que no sabe nadar a precipitarse en plena noche por un agujero que conduce directamente a un caudaloso río?
Es decir: ¿qué pasó con Mikel Zabaltza inmediatamente antes de atravesar el dintel que separaba la vida de la muerte segura? El reportaje emitido por Euskal Telebista preciso y efectivo sin necesidad de desgarramientos efectistas ' no podía responder a esa decisiva pregunta.
