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Los médicos del Reino Unido podrán recetar anticonceptivos a las menores de 16 años

La profesión médica británica podrá seguir recetando anticonceptivos a las menores de 16 años -la edad de consentimiento legal- sin que sea necesario obtener para ello el previo consentimiento de sus padres, según ha dictaminado la Cámara de los Lores, que, en materias legales, actúa como tribunal supremo de Reino Unido.

Los law lords, o magistrados de la cámara alta, decidieron declarar nula una sentencia del tribunal de apelaciones que el pasado diciembre había fallado en contra de las normas de conducta publicadas por el Gobierno, según las cuales los médicos podían recetar la píldora a las menores de 16 años sin consentimiento de los padres. El tribunal de apelaciones entendía que esas normas del Gobierno eran equivocadas, ya que "alentaban las relaciones sexuales ilegales y, dejaban la ley en manos de los médicos".Lord Lieslie Scarman, el más veterano de los magistrados de los lores, manifestó en la explicación de la decisión de la cámara que "muchas chicas son capaces de tomar decisiones sensatas mucho antes de cumplir los 16 años", para añadir que "los derechos de los padres y las hijas en este tema tan sensible están mucho mejor protegidos por los niveles profesionales de la profesión médica que por unas normas legales, que establecen una una línea divisoria entre la capacidad y falta de capacidad para otorgar el consentimiento que puede resultar en algunos casos en injusticia, e incluso en daños para la salud".

Las normas de conducta del Departamento de Sanidad publicadas en 1980, recomiendan a los médicos que traten de persuadir a las menores para que comuniquen a sus padres sus deseos de utilizar la píldora, pero dejan la decisión final en manos del facultativo. Estas normas motivaron la iniciación de un juicio contra el Departamento de Sanidad, iniciada por Victoria Gillick, una madre de diez hijos de religión católica. El tribunal de apelaciones le dio la razón en primera instancia, pero la sentencia ha quedado ahora revocada por la decisión de la Cámara de los Lores.

La decisión de la alta cámara tuvo una estrecha votación final, tres votos a favor y dos en contra. Uno de los lores que se opusieron, lord Henry Brandon, explicó su posición diciendo que "cualquier persona que aliente o facilite las relaciones sexuales entre los menores debe se considerada culpable de un delito criminal". Pero lord Scarman manifestó su confianza total en la profesión médica, "una profesión gobernada por un estricto código ético llevado, a la práctica con toda responsabilidad".

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