Yiyo muere de una cornada en el corazón en la plaza de Colmenar
El matador de toros madrileño José Cubero, Yiyo, de 21 años, murió ayer en la plaza de Colmenar Viejo, en la provincia de Madrid, a consecuencia de una cornada, cuando el toro Burlero, de la ganadería de Marcos Núñez, último de la tarde, estaba a punto de doblar.La cogida ocurrió cuando el toro agonizaba, poco después de haber recibido la estocada del diestro. En un descuido de éste, el astado le buscó y le corneó en el costado izquierdo, partiéndole el corazón. Según el doctor Javier de la Serna, médico de la pIaza, Yiyo llegó muerto la enfermería. Su cadáver, tras permanecer en la enfermería hasta las diez de la noche, y resueltas las diligencias judiciales, fue trasladado al domicilio familiar, en la madrileña calle del Bósforo. Estaba previsto que el féretro con los restos mortales del torero fuera trasladado la pasada madrugada a la iglesia de la Virgen del Camino, en Canillejas. El delegado del Gobierno en Madrid hacía anoche gestiones para hace posible el entierro en la tarde de hoy, probablemente a las siete de la tarde, después de que el féretro sea llevado a la plaza de Las Ventas.
La primera reacción del público, que, tras la estocada que había dejado el torero al segundo intento ya pedía las orejas, fue de estupor. El torero, cuando ya se retiraba de la cara del toro, fue sorprendido por éste y quedó tendido en el ruedo. El animal cayó fulminado instantes después. La presidencia concedió las dos orejas de Burlero, un toro para la historia. Yiyo, que sustituía a Curro Romero, alternaba con Antonio Chenel, Antoñete, y el diestro soriano José Luis Palomar.
Páginas 18 a 21
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