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El ministro de Obras Públicas anuncia nuevos planes para regular aguas y puertos

Las aguas, fuente tradicional de conflictos territoriales en España, serán sometidas a un plan para los 30 o 40 próximos años. Al anunciar ayer en Santander este Plan Hidrológico Nacional, el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáez de Cosculluela, dijo que desarrollará la nueva ley de Aguas y será sometido a un amplio debate nacional, de cara a que lo apruebe el Parlamento en la próxima legislatura. También afirmó que la opinión pública conocerá después del verano el Plan de Puertos para 1985-1990.

Pese al marcado carácter planificador que ha adquirido -tiene vigente el plan cuatrienal de vivienda, acaba de comprometer el inminente envío a las Cortes del Plan de Carreteras y ayer anunció el de Puertos y el Hidrológico- el Ministerio de Obras Públicas no será precisamente expansivo en sus dotaciones presupuestarias para el próximo año. Aunque fuentes del mismo manifestaron a este periódico que tampoco resultaría de los peor tratados, apuntaron que el crecimiento del gasto probablemente quedará en el 7% u 8%.Sin comentar el marco presupuestario que aprobará el Gobierno el próximo mes, el ministro habló ayer de la necesidad de un gran debate y de amplia cooperación y solidaridad entre las Administraciones e intereses implicados en los planes portuarios e hidrológicos.

Con motivo de la clausura de un curso sobre rehabilitación de antiguos espacios portuarios, desarrollado durante esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, Saenz de Cosculluela declaró que la planificación de los puertos está más orientada por los objetivos de calidad de vida y de colaboración con ayuntamientos y otros entes que por el de creación de infraestructura, máxima prioridad del MOPU. "En una economía de mercado, podemos influir en la racionalización de la economía portuaria, orientar e inducir decisiones, pero sin entrar en la reordenación de un espacio que es urbano", dijo.

Fuertes inversiones

El director general de Puertos y Costas, Luis Fernando Palao, concretó a este periódico que las dotaciones del plan rondarán cada año, hasta 1990, los 25.000 millones de pesetas constantes invertidos últimamente. Sin embargo, se tenderá a reducir paulatinamente, para llegar a suprimirla, la aportación de 8.000 millones al año con cargo al MOPU. El resto del dinero a invertir en los 27 puertos españoles saldrá de mejorar el sistema de tarifas y de ahorrar gastos.En cuanto al Plan Hidrológico, que sustituirá a los criterios vigentes hasta hoy -la planificación promoñda en la República por el socialista Indalecio Prieto y asumida parcialmente por Franco en 1939-, el ministro afirmó que sólo será bueno "si logra un clima de diálogo y solidaridad".

En su opinión, durante el debate de la ley de Aguas se han registrado síntomas en contrario por parte de grupos que intentaron utilizar electoralmente el asunto. Insistió en que, por el contrario, deberá haber máxima cooperación, pues si la pasión no cede paso al debate racional resultará difícil planificar caudales como los del Ebro, cuyas aguas son utilizadas por seis o siete comunidades autónomas.

Para favorecer ese debate nacional antes de que el Parlamento apruebe el plan en la próxima legislatura, Saenz de Cosculluela anunció que cada cuenca elaborará con la nueva ley de Aguas en la mano un plan propio en el que deberán colaborar usuarios, comunidades de regantes, autoridades regionales y ciudadanos en general. Posteriormente, y sobre la base anterior, serán definidos mediante el debate los criterios de solidaridad que lleven al plan nacional.

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