La cultura de masas

Rezuma envidia el artículo de José María Martí Font Caridad, sexo, drogas y 'rocanrol'. ¿Acaso no se da cuenta el señor Martí Font de la flagrante contradicción en la que incurre cuando apóstrofa y ridiculiza la cultura de masas o más bien un aspecto de la misma, como son los conciertos de rock? Probablemente, el señor Martí Font sueña con prenderse una estrella de níquel brillante en la solapa, salir a un escenario y encandilar a 100.000 espectadores ávidos que corean sus rugidos cuando él interpreta With a little help from my friends. Pero seguramente no se atreve ni a pensarlo; en cambio se cobija cobardemente en el anonimato de su máquina de escribir para saltar a la palestra de EL PAÍS, que, por si no se ha dado cuenta, es también una versión moderna, aunque menos cruenta, del circo romano, y desde allí denunciar hipócritamente la sofisticada manera de comunicación moderna: uno frente a todos y tratando a todos de tú a tú (faltaría más); exactamente la misma forma de comunicación que él practica.Debería darse cuenta el señor Martí Font de que cualquier excusa para recordarnos que en el mundo todavía hay quien pasa hambre es buena, aunque sea mediante la organización de conciertos de rock.

Deje el señor Martí Font en paz a quienes engordan a las multinacionales de la música, porque él también juega a lo mismo cuando se compra un coche o se toma una coca-cola.- Francisco Mas.