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TVE estrena 'Brass', una comedia británica de éxito en tomo a la vida de dos familias

Una nueva producción de Granada Television, que cuenta entre sus éxitos más recientes con la serie La joya de la corona, comienza a emitirse hoy en TVE-2, en sustitución de Los vecinos. Se trata esta vez de una comedia, Brass, designada comedia del año en 1984 por la Britain's Royal Society y avalada además, como es habitual en los trabajos televisivos de esta excelente productora británica, por el éxito de público y de crítica. El título de Brass alude a un tiempo a la doble acepción que esa palabra tiene en inglés: dinero y arrogancia. Narra las historias paralelas de dos familias, pobres y ricos.

Los cumplidos prodigados a Brass por la Prensa británica son elocuentes respecto a la aceptación que ha tenido en el Reino Unido: "La joya de la temporada" (The daily Telegraph), "Los más divertidos diálogos por minuto" (Daily Mirror), "Esa gran farsa" (The Times), "Oro puro" (The Sunday Express) son algunos de entre ellos.La serie ha sido escrita por John Stevenson y Julian Roach con el ánimo de realizar una benévola parodia de cierto tipo de ficciones novelescas, concretamente, las que giran en torno a una saga familiar, a menudo ambientadas en el norte del Reino Unido. Y es en Utterley donde se desarrolla la historia de las dos familias protagonistas: la de Bradley Hardacre (Timothy West), un hombre catapultado de la nada a las cimas del poder y de la riqueza, sin límite para sus abusos, y la de los pobres, pero idealistas, Fairchilds. Las vidas de ambas familias, algo más que un conflicto entre clases, están inextricablemente unidas por los lazos de dependencia económica (el apocado George Fairchild es el fiel empleado y servidor de Hardacre), pero también por las pasiones desatadas entre los componentes de uno y otro clan.

Personajes y situaciones de Brass son, en gran medida, parodia de estereotipos segregados de cierta novelística inglesa del siglo XX, de Galsworthy a D. H. Lawrence, lo que ha llevado a afirmar a Stevenson que sólo los espectadores que hayan leído buena parte de esta literatura podrán apreciar todos los chistes. Tampoco faltan las alusiones satíricas hacia dentro, es decir, a otras producciones televisivas: abiertamente, por ejemplo, a La saga de los Forsyte, y más sutilmente, a Retorno a Brideshead, a través del personaje de Morris, brillante, inmoral y ególatra hijo de Hardacre, que pasa la mayor parte de su tiempo abrazado a su interlocutor preferido, un osito de peluche.

Escollos

Los gags, ha dicho la cronista británica Susie Cornfield, estallan con la velocidad y regularidad de una fábrica de fuegos artificiales en manos de un pirómano borracho; de aquí que el espectador pueda perderse -por esta razón y las más arriba citadas- algunos de ellos, sobre todo contando con que esta vez no tendrá a mano en la banda sonora efectos de audiencia, es decir, la risa orientativa y contagiosa. El doblaje es otro escollo a sortear.El reparto está encabezado por Timothy West, bien arropado por Caroline Blakiston, Barbara Ewing, Geoffrey Hinsliff, David Ashton y Robert Reynold s.

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