500 años, 500 programas

Los proyectos se agolpan para conmemorar los 500 años del Descubrimiento de América. Algunos son importantes y quedarán como un útil y grato recuerdo del acontecimiento una vez superada la fecha de 1992. Pero también la existencia de los planes más descabellados -que los hay- demuestra el interés que en muchos sectores ha despertado la conmemoración. Ciencia y técnica, exposiciones universales o actos deportivos se acumulan entre las celebraciones de los próximos siete años. Muchos de los planes, ése es al menos el interés de los responsables de la coordinación, seguirán vivos y prestando su utilidad a la comunidad iberoamericana.

El logotipo de la corona real sobre la cifra 500 en la que los dos ceros sugieren un planisferio comienza a hacerse familiar en las dos orillas del Atlántico. Una campaña de televisión en las emisoras hispanas de Estados Unidos trata de darlo a conocer. También puede ser visto en muchos lugares de Iberoamérica, frente a las fachadas de edificios históricos en restauración.Ese mismo logotipo acompañó a una regata y viajará con los casi 2.000 niños que repetirán la ruta de Colón. También figurará junto al título de una ópera que Antonio Gala y Leonardo Balada preparan para el V Centenario del Descubrimiento de América. El ingenio hispano parece haberse desbordado con esta efemérides y surge toda una serie de iniciativas pintorescas que van desde juegos de mesa hasta la petición de la canonización de la reina Isabel la Católica.

Tampoco han faltado pícaros o tenaces eruditos que han tratado de dar a conocer los productos de sus imaginaciones con el patrocinio y el acompañamiento del logotipo de la corona y el 500. Pero, si todo sale como pretenden los promotores de la Comisión Nacional española para la Celebración del V Centenario, quedará después de 1992 una serie de programas que ayudarán a solidificar una red de intereses por encima del océano Atlántico.

Hasta el momento, la Comisión Nacional española ha estudiado más de 500 programas, de los cuales 50 están en preparación y 20 están ya realizados. El año pasado, sólo España dedicó á estos programas más de 300 millones de pesetas, cifra que irá creciendo según se acerca la cita de 1992.

"El V Centenario es una buena excusa para potenciar una serie de programas serios y para el relanzamiento de la Comunidad Iberoamericana de Naciones", dice Pina López Gay, coordinadora de Programas de la Comisión Nacional.

"Reencuentro"

Una veintena de países iberoamericanos poseen comisiones para la celebración del V Centenario. En un principio hubo dificultades con el nombre, porque México prefería que se hablase de "reencuentro entre dos mundos" en lugar de "descubrimiento", pero al final, salomónicamente, se optó por aceptar ambos nombres.

Puerto Rico -Estado libre asociado de Estados Unidos- es la última de las naciones que ha formado su Comisión Nacional, a pesar de las primeras reticencias de Washington, que ha terminado aceptando con la reserva de que siempre se haga mención de la vinculación de Puerto Rico con EE UU.

La adhesión de Puerto Rico a los preparativos del V Centenario resulta ilustrativa del espíritu que se le quiere dar a la efemérides, a juicio de los responsables de la Comisión Nacional española: puede suceder que este Estado norteamericano decida realiza planes de cooperación con Nica ragua, la bestia negra contra la que Washington ha lanzado orden de embargo. En efecto, Puerto Rico ha mostrado su interés en prestar ayuda técnica a las tareas de restauración de edificios históricos con vistas al V Centenario y es Nicaragua uno de los países que ha solicitado ya este tipo de ayuda.

Incluso en los programas menos ambiciosos del V Centenario se ha tratado de buscar una componente práctica y de potenciar la existencia de una red de contactos e intereses. La primera regata trasatlántica Ruta del Descubrimiento que finalizó a comienzos de este año, ha dado lugar ya a contactos con unos grandes astilleros andaluces sugiriéndoles un nuevo campo dentro de sus planes de transformación: la construcción de catamaranes.

Rebasar la fecha

El deseo de tejer una red de contactos e intereses entre los países iberoamericanos que participan en la efemérides se ha extendido incluso a proyectos tan concretos como los de restauración de edificios: así, por ejemplo, si son enviados técnicos españoles a Ecuador para realizar obras de restauración, éstos, entre sus tareas, cuentan con las de crear talleres locales y formar personal especializado que, una vez finalizadas las obras, viajaría a España a completar sus conocimientos. Luego, estos mismos técnicos serían los encargados de realizar obras similares a las ejecutadas en su país en otros lugares de Iberoamérica.

Existe también otra serie de programas, más complejos, que rebasan de hecho la fecha de 1992 y de los que depende el relanzamiento de la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Uno de ellos comenzó a funcionar recientemente, permitiendo el primer mecanismo de colaboración entre los registros de patentes iberoamericanos, alternativa hispana a los sistemas de la CEE y de los países anglófonos.

El proyecto CYTED-D (Ciencia y Técnica para el Desarrollo V Centenario) también pretende establecer una serie de vínculos en la cooperación científica que rebasen en el tiempo a la fecha de la efemérides: se trata primero de detectar áreas de cooperación científico-técnicas con aplicación a medio plazo entre los países que preparan la conmemoración del V Centenario, y, luego, desarrollar la cooperación entre ellos. También existe el proyecto de crear una base de datos para los países del V Centenario.

El campo educativo

El terreno educativo ha dado lugar, igualmente, a varios programas: uno de ellos pretende homologar la enseñanza de la historia en los países iberoamericanos, permitiendo una enseñanza coherente en sus contenidos y en su extensión, de modo que cada país iberoamericano no se limite a estudiar su propia historia, sino también la de los otros países de su área.

En el campo educativo se ha previsto también la creación de centros de excelencia en los que los posgraduados iberoamericanos puedan ampliar sus estudios. Los centros de excelencia serán sometidos a control de calidad cada dos años, exigiéndoles un número mínimo de investigaciones y becarios. Este sistema se prefirió a la idea previa de crear una universidad iberoamericana, idea que terminó desechándose por una doble razón: terminarían siendo varias y convirtiéndose en un proyecto disperso y con mentalidad de gueto.

Tras más de dos años de trabajo, los proyectos han ido saliendo de su fase de estudio para pasar a la etapa de realización. Responsables de la Comisión Nacional española confiesan que durante este tiempo ha resultado más dificil poner de acuerdo a los diversos departamentos de la propia Administración española que convencer a los demás países iberoamericanos.