La Administración todavía no ha entregado a CC OO ni a UGT locales sindicales en Barcelona
Ni uno solo de los antiguos locales de la Organización Sindical Española en Barcelona ha sido entregado por la Administración a los sindicatos mayoritarios, a pesar de las numerosas reclamaciones de CC OO y UGT respecto al histórico edificio de la vía Laietana. Por el contrario, el Gobierno de hizo entrega en Madrid a los mismos sindicatos, en 1979, de 5.000 metros cuadrados del patrimonio inmobiliario sindical, respectivamente, y de otros 25.000 metros cuadrados a la CEOE.
Las resistencias al destino sindical del histórico edificio barcelonés guardan estrecha relación con el temor de la Administración central a desalojar la Generalidad de las plantas ocupadas gratuitamente en el mismo.El contencioso desarrollado sobre el usufructo del edificio, en cuyo reparto parcial e igualitario entre sí están de acuerdo Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras de Cataluña, ha llevado a la intervención del actual alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que se ha ofrecido para buscar, en contrapartida, otros dos edificios para los citados sindicatos.
Anteriormente, el gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, rehusó asumir el papel de negociador con la Administración central por el sindicato Unión General de Trabajadores y por la confederación de Comisiones Obreras de Cataluña. Las mencionadas centrales sindicales han pedido ahora al delegado del Gobierno, Martí Jusmet, que avale las peticiones sindicales, entre las que existe una unanimidad sólo contrariada por las posturas del propio Ministerio de Trabajo.
El patrimonio inmobiliario de la CNS en Cataluña tiene adscrito un valor económico de 2.650 millones de pesetas y una superficie total de 72.300 metros cuadrados de los cuales únicamente 15.000 metros han sido dedicados a actividades sindicales. El resto corresponde a uso de la Administración central y autonómica y de los municipios.
El mayor de los edificios está ubicado en la vía Laietana, 16-18, donde se instaló la sede central de la CNS. Está valorado en 1984 por el Ayuntamiento de Barcelona en 852 millones de pesetas, frente a una valoración anterior, en 1977, del Ministerio de Trabajo, equivalente sólo a unos 50 millones de pesetas.
Consta de 23.248 metros cuadrados edificados, 4.173 de los cuales han sido cedidos en diferentes fechas a la Generalidad en calidad de uso temporal para formación cooperativa, Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación y otros despachos.
El resto del edificio lo ocupan la Dirección Provincial de Trabajo, el Instituto Nacional de Empleo y el Instituto de Emigración, todos ellos de la Administración central, que usa además otros dos edificios del patrimonio sindical barcelonés.
Dos edificios
CC OO y UGT reclaman la entrega de dos edificios, o parte de los mismos, con un volumen mínimo, cada uno de ellos, de 4.000 metros cuadrados, en calidad de cesión de sugieren para ello la posibilidad de que la administración laboral autonómica sea trasladada a la sede del centro de formación profesional reglada Josep M. Aleu, también procedente de la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales, en la calle de Berenguer de Palou, de Barcelona.
Otro estudio efectuado por Jordi Joan Santolaria, del Consell Nacional de CC OO, se refiere a la necesidad de que los locales, entregados por la Administración sean "bienes de dominio público afectos a un fin público determinado" para evitar posibles privatizaciones futuras.
El estudio insiste en que el patrimonio financiero no puede desvincularse del conjunto del patrimonio sindical, y responsabiliza al Gobierno de no desvelar el destino dado a más de 150.000 millones procedentes de las cuotas de la CNS en el momento de su disolución.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.