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Los tres planes de Garaikoetxea

Que la dirección del PNV no encajó el plante de Carlos Garaikoetxea a principios de año, cuando amenazó con dimitir, es un hecho que ni los propios dirigentes nacionalistas han ocultado a lo largo del año. En la asamblea de Zarauz, Garaikoetxea exigió, como condiciones para presentarse a las elecciones autonómicas vascas, ser liberado de la disciplina de partido y que se realizase una interpretación estricta de la polémica ley de Territorios Históricos. Finalizó la campaña; Garaikoetxea resultó reelegido lendakari y sus diferencias con la dirección del PNV resurgieron. Al cabo de diez meses, el presidente del Gobierno vasco constata que los acuerdos de Zarauz no son vinculantes para una buena parte de la dirección de su partido y, por tercera vez, pone la carta de la dimisión sobre la mesa de juego.Los conflictos internos han alcanzado tal dimensión en el seno del PNV que se podría decir que Carlos Garaikoetxea no ha gozado de esa tranquilidad de espíritu que le podía proporcionar el apoyo real de su partido para poder atender los principales problemas de la comunidad autónoma: desde que resultó reelegido el pasado mes de marzo los conflictos internos del PNV le han mantenido tan ocupado que todavía no ha comenzado a gobernar.

La constante demostración de que para un buen puñado de dirigentes del PNV los acuerdos de Zarauz no son otra cosa que papel mojado, la expulsión de la organización de Navarra, en donde Garaikoetxea contaba con un núcleo de fieles colaboradores, y las diferencias mantenidas con los presidentes de las diputaciones en torno a la aplicación de la Ley de Territorios Históricos, han sido las principales contrariedades que ha sufrido Carlos Garaikoetxea durante la segunda legislatura.

El pasado mes de enero, el lendakari amenazó, por primera vez, con dimitir en el caso de que no se atendieran a sus peticiones. Desde entonces, el PNV no le ha dado otra oportunidad para que gane. Carlos Garaikoetxea volvió a plantear, por segunda vez, la posibilidad de presentar su dimisión si los presidentes de las diputaciones lograban imponer sus tesis más foralistas en el seno del Consejo Vasco de Finanzas. Ahora, tras la firma del acuerdo, unas declaraciones pronunciadas por el diputado general de Vizcaya, José María Makua, han vuelto a poner a Carlos Garaikoetxea en una dificil situación. Esta vez, el lendakari no ha descubierto la carta de la dimisión, pero ya la ha puesto sobre la mesa al decir, por medio de un consejero, que si la dirección del PNV no se indentifica con las tesis del Gobierno vasco, lo que tiene que hacer es "decir claramente que no apoya a su Gobierno y pedir su dimisión".

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