_
_
_
_

Manuel Meilán

Desde hace 34 años dirige en Uruguay un programa radiofónico en gallego destinado a los emigrantes

Manuel Meilán Martínez nació hace 80 años en el barrio lucense del Miño. A los 18 decidió emprender "el camino del exilio voluntario porque iba a entrar en quintás y acababa de haber mucho jaleo en Marruecos". Así que casi con lo puesto llega a Argentina, en donde a las pocas semanas comenzó a trabajar en un almacén de artículos de escritorio, labor que abandonaría más tarde para ser visitador médico, y que mántuvo hasta su jubilación, hace ya 20 años.Fue en este país en donde tuvo la oportunidad de conocer a Castelao y a otros muchos gallegos exiliados por necesidad, con los que fundó el Partido Galleguista, "el de entonces, naturalmente". Pero años después decidió trasladarse a Uruguay, en donde todavía vive, y que sólo abandona para visitar a la escasa familia que aún le queda en España o, como en esta ocasión, para acompañar los restos mortales de Castelao a su regreso a Galicia.

El 3 de septiembre de 1950 sale al aire por primera vez Sempre en Galiza, el espacio radiofónico que se mantiene en antena 34 años después. Fue una idea recuerda, de él mismo, compartida con Luis Tobió, Antón Crestar, Xesús Canabal, Emilio Pita, Manuel Leiras, Pedro Couceiro y Alfredo Somoza. Y nació "porque en aquel momento había un grupo de galleguistas que queríamos a toda costa conservar el idioma, porque aquí se prohibió utilizarlo en público".

Desde entonces, y especialmente durante la dictadura franquista, "tiempo en el que estuvimos en la acera de enfrente", han desfilado por Sempre en Galiza las figuras más destacadas de la cultura gallega: García Sabell, Otero Pedrayo, Fernández del Riego, Ramón Piñeiro. Tilgueira Valverde, Sixto Seco y Méndez Ferrín, entre otros, pudieron llevar, en estos tiempos difíciles, un mensaje de aliento a los emigrantes a través de estas ondas.

A lo largo de tantos años hubo momentos muy emocionantes, pero ninguno como el vivido hace sólo unos meses, cuando el programa pudo llegar en directo a España gracias a una conexión con Radio Nacional. O cuando Manuel Meilán supo que un gallego residente en Argentina había habilitado la cabina de un viejo camión para escuchar desde allí Sempre en Galiza, porque en su casa se lo impedían las interferencias.

Su preocupación ahora es la continuidad del espacio, porque no tenemos elementos gallegos. La emigración ha sufrido un parón y necesitamos jóvenes que hablen bien el gallego". Quizá por eso no descarta la posibilidad de que pronto Sempre en Galiza, como lo ha venido haciendo desde 1950, se despida con un Saúde e terra. Pero esta vez definitivamente.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_