El riesgo del Central con Latinoamérica es de 310 millones de dólares

El riesgo del Banco Central en Latinoamérica es de 310 millones de dólares (46.500 millones de pesetas), según declaró Alfonso Escámez, presidente de la entidad, en la presentación de la memoria del ejercicio, quien señaló que las provisiones para morosos y fallidos existentes superan con creces los posibles problemas derivados de impagados y las directrices del Banco de España, máxime si se tiene en consideración que buena parte de estas cuentas son en divisas, con lo que obvia el problema del riesgo de cambio.La distribución del riesgo exterior del Banco Central se concentra en México (100 millones de dólares), Argentina (82,5), Venezuela (60 millones de dólares), Brasil (44) y Ecuador y Chile, con 16 y 8 millones de dólares, respectivamente.

El total de la deuda del Banco Central con Polonia se sitúa en 5 millones de dólares, consecuencia de las necesidades de financiar inversiones para que se pudieran materializar importaciones de carbón polaco.

Los recursos brutos generados por el Banco Central -cuyo grupo tiene 2,3 billones de pesetas en depósitos de clientes- ascendieron a 41.626 millones de pesetas, que, después de saneamientos y amortizaciones, significan un beneficio neto antes de impuestos de 17.065 millones de pesetas, con un crecimiento del 10% sobre el año anterior.

Aumento de la inversión crediticia

La inversión crediticia del Central aumentó durante 1983 el 15,53%, lo que significa superar en más de 9 puntos el promedio de la gran banca y en casi 6 el de la banca nacional. Alfonso Escámez apuntó que este esfuerzo en mantener la financiación a la actividad económica privada debe destacarse más de lo que reflejan las propias cifras, ya que representan un esfuerzo continuado de los últimos ejercicios, porque también durante 1982 el Banco Central aumentó su participación en relación al resto del conjunto de la banca nacional.De esta forma la cuota de mercado del Banco Central se sitúa, en cuanto a recursos de clientes, en el 19,64% del total de la gran banca y por encima del 20% en inversión crediticia.

Los recursos propios, -capital y reservas- superan los 130.000 millones de pesetas, los más altos de la banca española, aunque Alfonso Escámez aceptó que la dimensión de los grandes bancos españoles sigue siendo pequeña para competir en los mercados internacionales, lo que significa que, en su opinión, la concentración bancaria tendrá lugar en los próximos años, a pesar de que pueda haber instituciones interesadas en que esto no ocurra.

Los depósitos de clientes en el Banco Central sumaban, al término de 1983, 1.689.719 millones de pesetas, con un crecimiento del 15,74%. Los depósitos en pesetas aumentaron en cerca de 200.000 millones, claramente por encima de la tasa de aumento del conjunto de la banca nacional.