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Rechazan en Italia la fórmula del telefilme de estilo norteamericano

Un no rotundo para las telenovelas al estilo de Dallas fue expresado ayer en el Seminario sobre Filme y Telefilme que se realiza en Chianciano, en el centro de Italia. El seminario, que se lleva a cabo en el ámbito del Festival Internacional del Telefilme, coincidió en señalar que no sirve de nada poner contenidos italianos en forma norteamericana.El razonamiento fue que no tiene sentido copiar algo que Estados Unidos hace mejor que los europeos, disponiendo de mayores fondos y de mercados más amplios. Para evitar los riesgos de una pérdida de identidad y una sujeción a la colonización cultural se presentaron hipótesis y soluciones también prácticas.

La democracia industrializada debe proponerse como meta cultural la adquisición, por parte de todos los ciudadanos, de la capacidad efectiva de poder ser, en modo individual o colectivo, productores, difusores y destinatarios de los mensajes de la comunicación. Una política cultural democrática no puede basarse sobre un reconocimiento simplemente jurídico de la libertad y del derecho a la participación de los ciudadanos. Es necesario, dijeron los participantes, buscar una mayor identificación creando un nuevo nivel sociopolítico que desplace el actual proceso de la comunicación, que está basado sobre una minoría que goza del poder de informar y una mayoría consumidora de los mensajes.

Los participantes señalaron que las nuevas tecnologías tienen la capacidad de acarrear beneficios culturales de calidad exactamente opuesta: descentralización de los espacios de decisión y de emisión, diversificación de la oferta hasta la autoprogramación por parte del consumidor.

Para que estos beneficios se puedan difundir es importante que se limite el riesgo del aislamiento social y la estratificación del poder, derivado de una distribución desigual de la tecnología y sus servicios. El alto coste de la tecnología determina que las más eficaces sean de propiedad de minorías económicamente privilegiadas, mientras que la autoprogramación supone conocimientos técnicos especializados. Para defenderse de los productores ricos se deben eliminar los desequilibrios culturales y territoriales entre regiones florecientes y pobres.

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