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Tribuna
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Elevar el índice no cuesta tanto dinero

Lo que parecía inevitable terminó sucediendo, y ayer la bolsa consiguió romper el goteo a la baja. Aunque la ganancia de unas centésimas en el índice general no sea una gran victoria, no cabe duda de que sirve al menos para acercarse un poco más a la cota del 120. Ése es un elemento psicológico nada despreciable de cara a los inversores.Sin embargo, el volumen de negocio fue sensiblemente inferior al de la jornada del martes, en la que se superaron los 1.600 millones en renta variable. Ayer, a decir de los expertos, se contrataron unos 400 millones menos. Pero el hecho de que las órdenes de venta disminuyeran sensiblemente del mercado permitió que las cotizaciones se mantuvieran y que las ligeras mejoras repercutieran en sentido favorable en el índice general.

El dinero, por consiguiente, continúa retraído, aunque las expectativas favorables han servido al menos para disuadir a los vendedores potenciales. Y esta tendencia debe verse favorecida por otras causas ajenas a la bolsa, como pueden ser los decrecientes tipos de interés en el interbancario, a causa del exceso de liquidez, o el descenso en los tipos de los pagarés del Tesoro en las últimas subastas. Con un índice general a punto de alcanzar el 120, la renta variable está comenzando a ser una alternativa real para muchos inversores.

Otro barómetro del mercado -las eléctricas- está soportando bastante bien la temporada de juntas y no parece que los inversores se retraigan por las limitaciones impuestas al reparto de dividendos. Otro tanto puede decirse del corro bancario, que ayer rebajó a la mitad los títulos ofrecidos por caja.

Pero no es el momento de echar las campanas al vuelo. Los grandes inversores aún no han entrado decididamente en el juego. Y tampoco los inversores extranjeros han hecho acto de presencia efectiva, aunque algunas órdenes sueltas ya han revoloteado sobre el parqué. Todo ello puede permitir que la tendencia alcista se malogre, ya que los volúmenes de dinero que están presionando arriba o abajo son muy reducidos, y si un par de órdenes coincide en un mismo sentido, afectará inevitablemente a la cotización del valor en litigio.

Claro, eso depende de qué valor se trate. Porque algunos están lo suficientemente arropados para no sufrir estas presiones espontáneas, sino otras de mayor profundidad y consistencia. ¿Por qué gano ayer El Águila 8,5 enteros? Las opiniones eran para todos los gustos, aunque parece confirmada plenamente la operación Heineken. Así al menos lo anunciaba la sociedad el pasado martes en un tablón de anuncios en su sede madrileña. Por consiguiente se desvanecen especulaciones de jornadas precedentes y sólo queda por adivinar qué grupo importante está haciéndose con un buen paquete de la sociedad. Quizá alguien que ha intervenido y pactado la ampliación con los holandeses.

La misma pregunta podría hacerse ante la imponente subida de 13 enteros de La Unión y el Fénix, y que los habituales achacaban a los rumores sobre el inminente anuncio de una ampliación gratis. En todo caso, este valor -uno de los más erráticos de la bolsa- se presta a esas habladurías y más aún. Pero tampoco hay que desechar los rumores porque lo sean.

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