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En espera de que fluyan aguas más transparentes

El estancamiento del mercado se confirmó en la jornada de ayer, en la que el volumen de contratación fue sensiblemente inferior a los precedentes, sin que los ecos de la futura ampliación de El Águila sirvieran para levantar más humos que los producidos por la operación entre aquellos inversores de última hora que compraron títulos a precios aún relativamente altos.Las instituciones, sin embargo, parecen esperar todavía para entrar más intensamente en el mercado la clarificación de algunos valores que están sufriendo los embates de los especuladores. Y aquí se podría mencionar a Cros, que ayer consiguió cerrar operaciones con una ganancia de tres enteros; Papelera Española, que subió otros dos enteros, o incluso El Águila, que perdió ocho.

Los observadores, aunque esperaban una caída de este valor después de hacerse pública la ampliación de capital diseñada especialmente para la multinacional holandesa Heineken, no han dejado de sorprenderse ante la respuesta negativa de la bolsa. La fórmula de la ampliación es menos favorable a corto plazo para los accionistas que una OPA (oferta pública de adquisición), pero, al menos teóricamente, es mejor para consolidar el futuro de la empresa, que se beneficiará de una inyección de fondos (en torno a 5.000 millones de pesetas), así como de apoyos tecnológicos y en el campo de la exportación.

Los valores bancarios podrían ser los más favorecidos por el refatiamiento de la inversión institucional, que en estos momentos considera que estas entidades tienen buenas expectativas de beneficio. Este punto de vista, sin embargo, es puesto en duda por aquellos que operan a menor escala, quienes parecen inclinarse por valores industriales pertenecientes a aquellos sectores que disfrutan de una tendencia más segura.

Así están actuando los inversores extranjeros, que se han inclinado hacia los valores químicos, como reflejo de las buenas perspectivas que se abren para el sector por el conflicto Irán-Irak y que están produciendo el aumento del precio del petróleo en el mercado libre (spot), con la consiguiente revalorización de todas las existencias de estas empresas. Al mismo tiempo, las lluvias que están cayendo en el territorio nacional suponen otras buenas expectativas para las químicas, ya que el campo lleva varias temporadas sin poder abonar por falta de agua, por lo que ahora se prevén incrementos en el consumo de fertilizantes. Todos estos argumentos son puestos entre paréntesis por las instituciones.

No obstante, la inversión extranjera ha visto distraída su atención por el descenso protagonizado por Wall Street y se está olvidando de los mercados españoles. Esta es otra de las razones de que la oferta esté limitada ahora a una banda que oscila entre 1.000 y 1.500 millones de pesetas.

De todas formas, los operadores, aunque aburridos a lo largo de estas jornadas, rezuman tranquilidad y confianza. El mercado parece estar en una disposición alcista, y aunque esto cause cierto temor entre los veteranos que sufrieron los descalabros de los años setenta (por aquello de más dura será la caída), lo cierto es que se espera una reactivación que previsiblemente no se dará en la última sesión de la semana, pero que no se hará esperar demasiado.

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