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Los bomberos desmantelan una carpa utilizada para el culto de una iglesia evangélica

Miembros del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid procedieron ayer a desmantelar una carpa, situada en un solar al final de la avenida del General Fanjul, en Carabanchel, que durante cuatro meses ha servido de lugar de culto para los fieles de la Iglesia Cristiana Maranatha de Madrid, de confesión evangélica. Un representante legal de la congregación, interpuso ayer una demanda judicial contra el Ayuntamiento ya que la carpa estaba levantada en terrenos propiedad de aquella desde 1982.

La Iglesia Cristiana Maranatha de Madrid cuenta actualmente, en el distrito de La Latina, con unos cuarenta miembros. En julio de 1982, cuando sus posibilidades económicas se lo permitieron, afirma Manuel Cerezo, compraron un solar de 2.300 metros cuadrados situado al final de la avenida del General Fanjul, en una zona reservada urbanísticamente entonces para usos religiosos, con la idea de levantar allí una iglesia. Mientras tanto instalaron una carpa circense de recucidas dimensiones con una capacidad para cien personas. Su interior estaba amueblado con varias mesas y sillas y un equipo de sonido.Ayer, un grupo de fieles se encontraba en su interior, sentado en círculo, cantando canciones religiosas a la espera de que el contingente de policías y empleados municipales desmontaran la carpa.

Juan Carlos González Bravo, miembro de la Iglesia Cristiana Maranatha, calificó la actuación del concejal responsable del distrito de Latina, Francisco José Jiménez, como "un atropello, pues la carpa está instalada en un terreno de nuestra propiedad". En un recurso de alzada presentado ante el concejal el pasado 6 de abril se argumenta: "Las atribuciones conferidas a la Junta Municipal por parte de la Alcaldía nunca pueden atentar a un derecho constitucional al privar del culto y la asistencia religiosa a una comunidad cristiana que no tiene otra alternativa que celebrar sus servicios religiosos en la carpa".

El permiso para instalar la misma les fue concedido a la Iglesia Cristiana Maranatha por espacio de un mes, desde el 3 al 30 de octubre del año anterior, previo pago de 25.200 pesetas en concepto de "ocupación de la vía pública". Al término de este plazo desmontaron la carpa. "Nos informaron vagamente de que el solar ya no estaba calificado para uso religioso, sino que en el nuevo planeamiento urbanístico está previsto que por él pase la prolongación de General Fanjul. En cualquier caso", indica Cerezo, "no se nos ha comunicado oficialmente nada, ni se nos ha expropiado el terreno, ni se nos ha permutado por cualquier otro, que aceptaríamos sin problernas".

Los fieles de la Iglesia Maranatha cultivan el sentir pacífico ensalzado en la Biblia. No tienen jerarquía religiosa y cada comunidad de barrio funciona con amplia autonomía respecto a todas las demás. En enero de este año pidieron permiso un nuevo permiso de instalación de la carpa, que les fue concedido después de pagar otras 19.400 pesetas por el mismo concepto que la vez anterior. Pero cuando, en febrero, el concejal les informó de que ya no habría más renovaciones, optaron por la vía de la resistencia pasiva y no desmontaron la carpa. El concejal se negó a hacer declaraciones.

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