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La dirección de AHM despide a los trabajadores que han incumplido las órdenes de cierre del horno alto número 2

La dirección de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) envió ayer al menos 160 cartas de despido a trabajadores del horno alto número 2 e instalaciones relacionadas con éste. El texto de la carta, que fue remitida a cada uno de ellos también por telegrama, indicaba que la medida tiene carácter disciplinario por haberse incumplido la orden de cierre de esas instalaciones, dada insistentemente por la dirección. Una fuente oficial de la dirección indicó que habrá más cartas de despido, hasta un total próximo a las 200, número que corresponde al de los trabajadores afectos a las instalaciones citadas. Los despidos tendrán efecto a partir de mañana.

La llegada de los primeros telegramas provocó inquietud en la factoría saguntina. En un primer momento, el presidente del comité de empresa, Miguel Campoy, quien tenía previsto reunirse ayer en Madrid con los responsables de las federaciones del metal de UGT y CC OO, suspendió el viaje para entrevistarse con el director de la factoría, Francisco Forés. Sin embargo, tras esta reunión decidió marchar a Madrid con la representación del comité de empresa y las secciones sindicales de UGT y CC OO, tal como estaba inicialmente previsto.Diversas fuentes relacionadas con AHM no descartaban que se pueda producir en Madrid un intento de negociación entre el comité y la dirección de la empresa.

El cierre del horno alto número 2, como paso previo para el desmantelamiento de la cabecera de la siderúrgica saguntina, fue ordenado el pasado 20 de febrero. Los trabajadores, según la decisión tomada en asamblea, decidieron desobedecer estas instrucciones.

El pasado miércoles, el presidente de la división siderúrgica del INI, José María Lucía, hizo llegar cartas a todos los empleados (de la siderúrgica en las que se advertía que si ayer no se acataba la orden de cierre, la desobediencia sería castigada con el despido. En una asamblea celebrada el jueves en la factoría, los trabajadores decidieron reafirmarse en su decisión de mantener todas las instalaciones en funcionamiento pese al ultimátum.

Los telegramas con el texto completo de la carta comenzaron a llegar a la fábrica sobre la una de la tarde. Se da la circunstancia de que el primer trabajador que recibió uno de los telegramas parece haber sido despedido por error, ya que pertenece a la plantilla del horno alto número 3, cuyo cierre no ha sido ordenado.

Desobediencla permanente

El texto de la carta, tras indicar que los. días 20 y 27 de febrero pasado se dio orden de cerrar el horno alto número 2 de la factoría, afirma que "dichas órdenes fueron desobedecidas de forma reiterada por usted, manteniendo dicha actitud de desobediencia de forma permanente".

Se hace alusión también al último requerimiento de la dirección, con fecha 20 de marzo. El hecho de haberlo desoído "implica una desobediencia muy grave, un notorio quebranto de la disciplina laboral y alteración del régimen normal de trabajo, lo que produce daños y perjuicios para la empresa".

Se informa a cada uno de los trabajadores que han recibido la notíficación de despido que "por todo ello ha incurrido en falta muy grave". Se citan, como apoyo de esta afirmación, los artículos 5.6 y 54.2 b) del Estatuto de los Trabajadores, los artículos 94.5 y 95.16 de la ordenanza laboral siderometalúrgica y los 66.7 y 67.17 del reglamento de régimen interior de la empresa, la infracción de los cuales hace que proceda, según la comunicación, "a imponerle la sanción de despido".

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