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El Ministerio del Interior, acosado en diversos frentes

Cientos de camiones franceses bloquean los pasos de Irún y Vera de Bidasoa para exigir mayor protección en España

La aduana francesa permaneció cerrada durante todo el día de ayer en los puntos colindantes con la localidad guipuzcoana de Irún y en el paso fronterizo navarro de Vera de Bidasoa, debido al bloqueo provocado por más de 600 camioneros franceses que pedían mayor protección policial en sus tránsitos por carreteras españolas. El gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga, mantuvo ayer una reunión de urgencia con los cónsules francés y español, mandos de la Guardia Civil y los representantes empresariales del transporte francés. A su término, prometió incrementar la vigilancia policial, pero los camioneros franceses, a últimas horas de la tarde de ayer, persistían en su actitud de plante fronterizo. Un portavoz de la Unión Nacional de Sindicatos de Transportistas Franceses (Unostra), advirtió ayer que los camioneros están dispuestos a seguir bloqueando la frontera con Irún e incluso los demás pasos fronterizos con España.

El bloqueo que provocaron los conductores franceses, y que originó un atasco de camiones que superaban los 1.500 a los dos lados de la frontera, originó una reunión de urgencia entre los representantes de las empresas del transporte francesas y el gobernador civil de Guipúzcoa, en el cuartel de la Guardia Civil de Irún.En presencia del cónsul francés en San Sebastián y de su homólogo español en Hendaya, el gobernador civil de Guipúzcoa se comprometió a incrementar la vigilancia policial con 600 nuevos agentes de la Guardia Civil.

Un nutrido grupo de conductores de camiones, entre los que figuraban franceses, holandeses, suecos y belgas, se encontraba en la frontera del lado francés desde primeras horas de la mañana, a la espera de que "un portavoz oficial del Gobierno español nos dé garantías de que no nos va a ocurrir nada en nuestro paso por España".

El grupo de camioneros que había cruzado sus vehículos en la carretera, impidiendo así el paso por la frontera de cualquier tráfico rodado, ante la pasividad de los gendarmes franceses, se mostraba tajante en la exigencia de seguridad policial.

Por su parte, Raymond Pierre Bidet, portavoz de la Unión Nacional de Sindicatos de Transportistas Franceses (Unostra), manifestó ayer que los camioneros están dispuestos a seguir bloqueando la frontera española por Irún y en los demás pasos fronterizos, e incluso a intentar nuevas acciones de protesta en Francia, si las autoridades españolas no garantizan su seguridad.

La última experiencia del asalto de un numeroso piquete, integrado por más de 130 personas, a un convoy de 14 camiones, el pasado lunes, les mantenía escépticos en torno a la eficacia de la custodia que puedan ofrecer los miembros de la Ertzaina (policía autónoma).

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Actuación más contundente

"Quizá son pocos o no tienen poder en temas de orden público, pero lo que está claro es que no nos sirven", declaraban representantes de los transportistas franceses. Estos portavoces se mostraban visiblemente preocupados por la inseguridad que están sufriendo en los últimos 15 días. La incertidumbre que asomaba en los comentarios de los conductores era evidente. Permanecían en una actitud receptiva a cualquier rumor que fuera mensajero de acontecimientos violentos, incluso aunque los periodistas les desmintieran noticias tan alarmantes como las relacionadas con un atentado perpetrado, según ellos, contra un conductor alemán y otro francés.Los camioneros, por su parte, persistían en su actitud de protesta en la tarde de ayer, ya que pedían las máximas garantías de seguridad en su paso por todo el territorio español, así como la custodia de los camiones en el itinerario de regreso. En este sentido, las autoridades españolas reconocían que "resulta casi imposible asegurar que no va a ocurrir ningún incidente durante todo el recorrido de los camiones. Nosotros nos comprometemos a ofrecer mayor protección policial, especialmente en siete rutas clave". Las mismas fuentes reconocieron que la actuación policial, a partir de ayer mismo, iba a ser más contundente con las personas integrantes de los piquetes que están actuando contra los camiones extranjeros desde que la armada francesa atacó a dos pesqueros de Ondárroa.

Sin embargo, los actos violentos no han sido totalmente reprimidos. La noche del lunes fue quemado un camión de gran tonelaje que transportaba pescado desde La Coruña a Barcelona, en la carretera nacional 232, a la altura de la localidad zaragozana de Gallur. Horas antes habían sido atacados seis camiones más, en carreteras del País Vasco, Navarra y Burgos.

El viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, Eli Galdos, afirmó ayer que "corresponde a la policía autónoma la custodia de los convoyes, porque tiene competencia exclusiva en carreteras", y agradeció el ofrecimiento del gobernador civil de Guipúzcoa de incrementar la vigilancia policial y el despliegue de las patrullas rurales de la Guardia Civil.

El portavoz del Gobierno vasco reconoció por su parte que el cuerpo de la policía autónoma, integrado por 1.200 ertzainas, no es aún lo suficientemente numeroso como para hacerse cargo de determinadas competencias de orden público.

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