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Los ex ministros que informan a las Cortes aseguran que ya vieron problemas en Rumasa

La comisión del Congreso de los Diputados que investiga la evolución del grupo de empresas de Rumasa escuchó ayer a José María de la Torre, que fue subsecretario de Hacienda cuando era ministro Juan José Espinosa San Martín, y a los ex ministros de Hacienda Alberto Monreal Luque, Antonio Barrera de Irimo, Rafael Cabello de Alba y Juan Miguel Villar Mir. Sus comparecencias tenían como objeto informar sobre la evolución de las empresas vinculadas a Rumasa y la forma en que el grupo fue adquiriendo nuevas sociedades. Todas las personalidades que comparecieron ante la comisión, a excepción de Villar Mir, que no quiso hacer ninguna declaración, señalaron al término de su comparecencia que en su momento mostraron sus temores sobre la evolución del grupo de Rumasa y que las inspecciones del Banco de España ya descubrían una excesiva concentración de riesgos en las empresas del grupo.La comisión de investigación sobre Rumasa -que proseguirá hoy recibiendo a ex ministros de Economía y de Hacienda- escuchó en primer lugar a José María de la Torre, quien declaró que en su etapa el ministerio tuvo una escasa relación con José María Ruiz-Mateos, dada la escasa entidad del holding. Para José María de la Torre, los puntos de confluencia en aquella época se concretan en la adquisición del Banco de Siero y del Banco Murciano y en la legislación sobre incompatibilidades y concentración de riesgos que se puso en práctica en esos años.

El grupo Rumasa, con motivo de la adquisición de estos dos bancos, recibió 1.100 millones de pesetas de ayudas del Banco de España para reflotar ambas entidades financieras, que se encontraban en suspensión de pagos. Estas cantidades supusieron que el banco emisor proporcionó créditos a medio plazo y bajo tipo de interés por valor del 40% de los depósitos que tenían estas dos entidades.

Alberto Monreal Luque, ministro de Hacienda en el período comprendido entre 1969 y 1973, señaló que durante su presencia en el Gobierno se encontró con problemas más graves -paralización del crédito oficial como consecuencia del asunto Matesa y problemas de reservas de divisas y balanza de pagos- que el derivado de Rumasa, aunque señaló que en aquella época ya hubo problemas derivados de las inspecciones de los bancos que estaban controlados por el grupo.

Antonio Barrera de Irimo declaró que la importancia de Rumasa era mucho más pequeña en aquella época de lo que ha llegado a ser, y que en cualquier caso durante su permanencia al frente del ministerio se abrieron numerosos expedientes a los bancos del grupo por parte del Banco de España. Unos acabaron con sanciones y otros fueron sobreseídos.

Rafael Cabello de Alba, que fue ministro en el período comprendido entre 1974 y 1975, manifestó que el Ministerio de Hacienda solicitó un informe al Banco de España sobre la evolución del grupo Rumasa y paralizó todas las ayudas que hasta entonces había recibido el Banco del Noroeste del Banco de España, al considerar que los problemas que tenía esa entidad no eran de liquidez sino patrimoniales.

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