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UGT defenderá en las empresas públicas subidas salariales en torno al 8%, frente al 6,5% establecido por el Gobierno.

La Unión General de Trabajadores (UGT) defenderá en las empresas públicas incrementos salariales en torno al 8%, aceptando subidas menores sólo en las que tengan pérdidas, según la estrategia de negociación colectiva aprobada ayer por más de 200 cuadros de la central socialista, en una reunión presidida por el secretario general, Nicolás Redondo. En el transcurso de la misma, Nicolás Redondo, que extendió a todo el Gobierno las tensiones existentes entre UGT y el ministro de Industria, llegó a afirmar que "no pedimos la dimisión de Solchaga porque eso sería reafirmarle en su puesto", palabras interpretadas como un deseo de cortar cualquier posibilidad de que el tema de la dimisión se plantease en el debate posterior.

Los 200 secretarios generales y de acción sindical de UGT definieron la estrategia de la negociación colectiva, pronunciándose por negociar en torno a un 8% en las empresas públicas, lo que choca con las instrucciones recogidas en la Ley de Presupuestos del Estado, que establecen unos incrementos, por todos los conceptos, incluidos los deslizamientos salariales, del 6,5%. Fuentes de UGT, señalaron ayer que, aun sabiendo las dificultades de esta postura, la central socialista no podía admitir que el Gobierno sustituyera la negociación colectiva por la fijación de topes salariales.La UGT sólo rebajará su reivindicación del 8% en aquellas empresas públicas que hayan registrado pérdidas o cuando el sacrificio salarial fuera compensado con otras contrapartidas. Pero ni siquiera en este caso tomará como referencia el tope del 6,5% establecido en los Presupuestos Generales ' sino que "está dispuesta a negociar por, debajo de la inflación y valorando otros factores como creación de empleo, saneamiento de la empresa, etcétera". Los convenios aún vigentes en empresas públicas que recogen subidas superiores al 6,5% -precisamente en sectores afectados por reconversión o en mala situación económica- deben, según la central socialista, ser respetados, y en consecuencia cumplirse.

Las propuestas de UGT en la empresa pública van a verse dificultadas por las instrucciones dictadas a este respecto. El Ministerio de Economía y Hacienda debe refrendar los acuerdos salariales y, previsiblemente, no podrá hacerlo con aquéllos que no cumplan lo establecido en la ley de Presupuestos. Incluso en el caso improbable de que los responsables de las empresas públicas desoyeran las indicaciones del Gobierno, y los sindicatos consiguieran romper los topes salariales,, el convenio podría ser declarado nulo por vulnerar la citada ley.

Nicolás Redondo, ante los 200 secretarios generales y de acción sindical de la central socialista, analizó la actual situación laboral y las relaciones del sindicato con el Gobierno. El contencioso entre el ministro de Industria, Carlos Solchaga, y la UGT, lo extendió a todo el Gobierno, al que responsabilizó en su conjunto de la política industrial y de las últimas decisiones adoptadas en este área.

Sensación de abandono

El fuerte disgusto existente en el seno del sindicato se agudiza con la sensación de haber sido11 abandonados" por un Gobierno que ha contado con el apoyo de la UGT en decisiones muy conflictivas. Medios de UGT valoran negativamente actitudes gubernamentales que han crispado el clima laboral con escasos resultados prácticos y que, además, han colocado a la central socialista en posiciones incómodas.

En el análisis del secretario general no faltaron críticas ni, hacia la patronal ni hacia el otro sindicato, CC OO. Respecto a la primera, advirtió del peligro de que utilizaran el sistema seguido en el convenio de banca el pasado año, aplicando incrementos del 6 , 5% a cuenta y dejando la negociación para el próximo año. Y de CC OO dijo que gran parte de la responsabilidad de que no se hubiera producido un acuerdo recaía sobre este sindicato que con sus posturas había dado pie a la ruptura. Precisamente, la comisión ejecutiva confederal de CC OO analizó en dos reuniones celebradas ayer y el martes, la estrategia a seguir en la próxima negociación colectiva. Comisiones Obreras defenderá el 10% de incremento salarial, aunque ha suavizado su primitiva postura, aceptando incrementos menores en función de otras compartidas. Tratará de hacer saltar los topes del 6,5 impuestos en el sector público y de conseguir acuerdos amplios, no meramente salariales. Y, al igual que UGT, no renuncia a la revisión salarial que ambos sindicatos interpretan como conquista de los trabajadores.

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