Entre la esperanza y la resignacion
La última reunión bursátil de la semana transcurrió entre la esperanza y la resignación, con los índices de los cuatro mercados es pañoles experimentando, en general, una cierta tendencia alcista que reproducía la menor presencia de órdenes vendedoras en los corros, y la materialización de algunos de los apuntes comprado res que se habían venido realizando sobre valores concretos. Con todo, el cúmulo de operaciones financieras previstas para antes de que finalice el presente año sigue constituyendo una pesada losa para los inversores potenciales que normalmente prefieren mantener tinas posiciones de liquidez elevada, que les den opción a operaciones más o menos rápidas tan pronto como la coyuntura del mercado lo aconseje.
El Águila protagonizó ayer uno de los episodios más destacables, rompiendo la trayectoria negativa en la que se había visto inmersa en los últimos días, recuperando casi siete enteros y quedando con -una discreta demanda, que los especialistas calificaban de aceptable, dada la condición de fin de semana de las reuniones de ayer.
En el grupo bancario aumentó la zozobra de días anteriores, produciéndose un mayor número de posiciones encontradas. De esta forma cuatro valores, concretamente Bilbao, Céntral, Banesto e Hispano presentaban discretas diferencias compradoras en sus saldos, mientras que Popular, Santander y Vizcaya lo hacían, en cuantías similares, pero con signo contrario. De esta situación salió una diferencia positiva en el índice en general de 54 centés1,7 mas, en las que tenía un protagonismo destacado por cuatro puntos que mejoraba Banesto con el discreto apoyo de 659 títulos de saldo comprador -posiblemente para festejar a su nuevo presidente- mientras que las pérdidas de un entero en Popular y Santander resultaban escasamente significativas en la ponderación del sector.
El grupo eléctrico consiguió ver frenada la presencia de órdenes de venta que le habían agobiado en los días anteriores. A pesar de que las bajas continuaron siendo mayoría, alguna discreta demanda selectiva se ponía de manifiesto al término de las reuniones y abría un cierto horizonte a la esperanza. Pero con todo, lo más espectacular resultaba el cúmulo de operaciones, en unos casos ciertas, mientras que en otros no sobrepasaban el nivel de rumor, que se anunciaban desde diversos círculos. Las ampliaciones de capital de Vacesa, Reunidas de Zaragoza, El Encinar de los Reyes, Española del Zinc, Sansón y Asland constituían un activo importante a cotizar, al que había que añadir aquellas que se consideran en pañales, como son las de Hidroeléctrica Española, Petromed, Fasa, o Endesa. Estas últimas, sobre las, que se tienen noticias marginales, que en el mejor de los casos no pasa, según todas las versiones, del nivel de proyectos a estudiar, se han constituido en el aliciente que venía precisando el mercado hasta que se generalicen las últimas acciones tendentes a mejorar las cotizaciones ante los respectivos cierres de ejercicio.
De la próxima semana los especialistas esperan un cierto nivel de confirmación en las intenciones del mercado, e incluso se atreven a imputar una relativa posibilidad de mejora a los valores que tienen pendientes desdobles de capital.
