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ARAGON

Proyectiles militares aterrorizan a un grupo de cazadores en una finca de la provincia de Zaragoza

Al menos tres proyectiles procedentes del campo de tiro El Castellar, donde se realizaban unas maniobras, cayeron hace unos días en una finca particular de Torres de Berrellen (Zaragoza) en la que permanecían en aquellos momentos 30 de las 150 personas que habían acudido allí a cazar y pasar el día, según han dado a conocer ahora los propios afectados. El pánico se apoderó de las personas que se hallaban en aquellos momentos en la finca y comenzaron a huir sin recoger sus cosas. Entre estas personas se encontraban también siete niños de corta edad. El padre de dos de ellos, que tenían respectivamente 7 y 2 años de edad, ha manifestado que los niños comenzaron a llorar y a gritar "nos van a matar".Según los testimonios recogidos por el periódico El Día, el ruido era ensordecedor, se levantó una gran polvareda y los proyectiles silbaban como los cohetes de las fiestas. El primer proyectil cayó en un campo cercano a la finca de Pola, acotada para la caza, en la que se encontraban vecinos de los pueblos de Torres de Berrellen, Cabañas de Ebro, Remolinos y Alagón. El segundo obús cayó cerca del vehículo del guarda de la finca, Isidro Sancho, que estaba acompañado de su esposa, y ocasionó daños por valor de 150.000 pesetas al coche, al ser alcanzado por la metralla. El tercer proyectil causó daños en varios pinos próximos a la finca y, al igual que los otros -al menos cayeron tres-, se cree que provenía de los montes cercanos, pues aquel día en el campo de tiro El Castellar se realizaban ejercicios de artillería con fuego real. El propietario de la finca, situada a tan sólo 200 metros del comienzo de la zona de seguridad del polígono de tiro, que abarca una franja de cinco kilómetros a la redonda, denunció los hechos a través de la Guardia Civil de Alagón, quien a su vez trasladó el caso al juzgado municipal de Torres de Berrellen, sin que por ahora se haya recibido ninguna explicación oficial de los hechos.

Al día siguiente del que cayeron los obuses, algunos militares visitaron la zona y estuvieron comprobando los impactos, que habían causado pequeños agujeros en el suelo, lo cual hace pensar que los proyectiles eran de escasa potencia.

Sin explicaciones

El alcalde de Alagón, Rogelio Castillo, ha mostrado su preocupación por lo sucedido y "más porque no hemos recibido ninguna explicación oficial", sobre los obuses caídos fuera del perímetro del campo de tiro militar. Los grupos socialista y comunista del Ayuntamiento de esa localidad presentarán en un próximo pleno una moción pidiendo que se respete el área de seguridad por parte de los usuarios del campo de tiro y no se descarta la posibilidad de que una comisión de alcaldes de la zona próxima al polígono de tiro se entreviste con las autoridades militares.Desde hace algún tiempo se ha dejado de anunciar, tal como se hacía antes, al Ayuntamiento de Alagón las fechas y horas en las que se iban a realizar ejercicios de tiro en el polígono militar de El Castellar.

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