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La CEOE, a favor de que las subidas salariales para 1984 puedan ser pactadas por cada sector y no a nivel general

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Unión General de Trabajadores (UGT) se muestran dispuestas abordar una política de concertación cuya plasmación práctica, mediante acuerdo, será muy distinta a años anteriores. Salvo en materia salarial, que la CEOE quiere que se negocie por sectores, ambas organizaciones coinciden en esta ocasión en dotar a la negociación colectiva de un contenido y un alcance que harán necesarios pactos en paralelo para cada materia específica. De sus resultados dependerá que la Unión General de Trabajadores consiga poner en práctica el nuevo modelo sindical que viene propugnando desde su último congreso.

Lo más importante de la reunión de ayer entre representantes de CEOE y UGT fue, en expresión de uno de los asistentes, "la reunión misma; que se haya celebrado". Y a juzgar por la duración de la misma -poco más de media hora-, esa parece ser su máxima valoración. El encuentro revistió, por otro lado, un carácter oficial con la presencia del presidente de la CEOE, Carlos Ferrer, el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, Juan Jiménez Aguilar, y el secretario general de UGT, Nicolás Redondo.No obstante, a pesar de lo corto de la reunión, a juzgar por las declaraciones de ambas partes, los minutos fueron bien aprovechados. Las dos representaciones analizaron los acuerdos hasta ahora firmados en nuestro país, el desarrollo del Acuerdo Interconfeder.al, el Programa Económico del Gobierno a medio plazo y las posibilidades de negociaciación, para llegar a la conclusión de, que existía un clima de concertación indudable. Y, además, decidieron que el Gobierno no debía estar presente en estas negociaciones.

Tras la reunión de ayer -Jiménez Aguilar la calificó de relaciones normales entre patronales y sindicatos-, ambas organizaciones parecen estar de acuerdo en que los futuros acuerdos, de producirse, van a ser muy distintos a los firmados hasta ahora. Y en este sentido, los portavoces de UGT y CEOE admitieron la posibilidad'de un acuerdo salarial y otros acuerdos paralelos.

Aunque el aspecto salarial va a perder gran parte de su protagonismo, será aquí donde, previsiblemente, va a darse una mayor discrepancia. UGT quiere el establecimiento de una banda salarial ligada a revisión, mientras que la CEOE, por boca de Ferrer Salat, hablaba ayer de encontrar fórmulas distintas y, desde luego, reconocía que la patronal no veía con buenos ojos la revisión. "En cualquier caso", añadió, "eso dependerá del grado de credibilidad que la previsión de inflación tenga".

Aunque no de forma explícita, se insinuó la posibilidad de que las alzas salariales se discutan a nivel sectorial, dejando a estas negociaciones la capacidad de establecer o no las bandas. Se trataría, en el fondo, de que cada una de las ramas, en función de su situación, estableciera criterios en materia salarial que no ligasen a otras en situación distinta. También cada sector tomaría la responsabilidad de cambiar sus ordenanzas laborales.

Los acuerdos que se abordasen a nivel global, una vez liberados del conflictivo componente salarial, tendrían su norte en temas hasta ahora considerados de segunda línea y que, a juicio de UGT, prefieren un mayor protagonismo si se quiere implantar un sindicalismo progresista: condiciones de trabajo, productividad, participación en la empresa, derechos sindicales, seguridad e higiene y arbitraje voluntario. Serían acuerdos que no habrían de cerrarse, que obligarían a una negociación continua y que por parte de la patronal tendrían una buena acogida. Los empresarios se quejan de que lo referente a estos temas nunca se ha cumplido en los acuerdos firmados.

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