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El 'agostillo' del banco emisor

No se esperaban los habituales del agostillo la sorpresa que les ha deparado el banco emisor, al aumentar en un punto el coeficiente de caja de bancos y cajas de ahorro. Esto fue precedido de una orden del ministerio de Economía por la que el Banco de España podía aumentar la retribución de los depositos obligatorios de la banca privada. Por el aumento del coeficiente de ca a se reducen los beneficios del sistema bancario en 24.000 millones y por el aumento del interés del 8 al 10% se les aumentan en 12.000 millones. El drenaje de nuestro sistema monetario de 150.000 millones de pesetas no tendría mayores consecuencias si no fuese por la repercusión que va a tener en el precio del dinero. Ya se rumoreaba por los patios de operaciones el viernes que el tipo de interés en el mercado interbancario estaba alcanzando el 30%. Si al 25% ya era un temible competidor para el mercado de renta variable, un tipo muy superior puede llevar a las bolsas a una situación insostenible.Tras un par de sesiones en las que hubo que manejar todos los tópicos posibles para poder explicarlas, dado lo insulso de los resultados, el jueves, al conocerse la noticia, la reacción no se hizo esperar, y el sector bancario, que estaba atravesando un buen momento, se vio abrumado ante una cantidad de títulos puestos a la venta que, sin ser demasiado voluminosa, era importante para estas fechas. Aproximadamente 130.000 títulos el jueves -por la caja oficial- y 158.000 el viernes, llevaron a estos valores a perder los beneficios que habían logrado generar en las primeras sesiones de la semana. Las cantidades que se retiraron de estos saldos fueron bastante pequeñas, por lo que es previsible que para el martes aumente la cantidad de títulos bancarios en venta -incluyendo aquí los que no da tiempo a contabilizar en el saldo oficial.

Al margen de estos acontecimiéntos, las bolsas han seguido cumpliendo el programa veraniego. Rumores, desmentidos, nuevos rumores y nuevos desmentidos han circulado por los parqués con el fin de mantener despierto el interés de los escasos asistentes -en una de las sesiones del mercado madrileño se despacharon tan sólo 30 entradas- que, aunq ue ya sabían lo que iban a ver, colaboraban de buen grado, como casi todos los años. Quizá lo más destacable haya sido la pérdida de 20 puntos del sector siderúrgico, debida al mismo valor que por aquello de los índices ponderados llevó al grupo a situarse por encima del 200%, que poco a poco va recuperando el lugar que puede esperar un sector en crisis.

De los otros grupos del mercado, apenas puede destacarse nada que no sean los altibajos de las cotizaciones propios de esta época. Las operaciones han seguido siendo escasas y el aburrimiento abundante, y lo peor es que todo el mundo lo sabía desde mucho antes.

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