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Reportaje:

Miguel Boyer anuncia negociaciones inmediatas para la reprivatización de las empresas del grupo Rumasa

El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, anunció ayer en Santander la decisión del Gobierno de reprivatizar todo el conjunto de empresas y bancos de Rumasa, iniciando de modo inmediato las negociaciones de venta. Boyer calificó de "afirmaciones delirantes" las declaraciones realizadas el pasado jueves desde Londres por José María Ruiz-Mateos. Por su parte, el ex presidente de Rumasa explicó ayer que entregó a Alfonso Navalón, su anterior asesor de imagen, una cantidad de 1.000 millones de pesetas como "provisión de fondos", pero que ese dinero no estaba destinado a sobornar a nadie.

Las declaraciones de José María Ruiz-Mateos, según las cuales había abandonado España por indicación de un portavoz del Ministerio de Economía y proporcionado cuantiosos fondos para intentar sobornar a las 'fieras" del Banco de España son, en opinión de Miguel Boyer, "afirmaciones delirantes" que no merecen mayor comentario. Boyer, en el transcurso de su intervención en la Universidad Menéndez Pelayo, señaló la decisión del Gobierno de reprivatizar todo el conjunto de empresas de Rumasa, iniciando de modo inmediato las negociaciones de venta, según informa desde Santander, Salvador Arancibia.El Gobierno, señaló el ministro, no pretende conservar ninguna parte de Rumasa y "va a abordar de forma inmediata los distintos medios existentes para la reprivatización, una vez que la ley de expropiación ha pasado por todos los trámites reglamentarios. La solución de buena parte de los bancos en crisis, previa a la expropiación de las empresas del grupo Rumasa, permite que ahora se inicien los trámites para la reprivatización de éstas".

El hecho de que alguna finca, como La Almoraima, haya pasado a depender del Instituto de Conservación de la Naturaleza (ICONA), y previsiblemente se le ceda el control a la Comunidad autonómica andaluza, no debe entenderse, dijo Boyer, como la regla, sino más bien como la excepción de los deseos del Gobierno. La situación de la finca La Almoraima era bastante más feudal de lo que puede pensarse y por ello se ha decidido que dependa en el futuro del Gobierno andaluz. Lo mismo podría suceder con otras fincas, aunque su importancia relativa será mucho menor.

Imposibilidad de sobornos

Por otra parte, José María Ruiz-Mateos reiteró ayer que él entregó una cantidad importante de dinero, en concreto 1.000 millones de pesetas, a su antiguo asesor Antonio Navalón, pero quiso "precisar" sus declaraciones anteriores a este mismo periódico en el sentido de que "no había querido decir que ese dinero estaba destinado a sobornar a nadie". "Sería absurdo que yo mismo dijera eso y, por otra parte, aunque creo que la actuación de las autoridades del Banco de España es nefasta para la economía de las empresas, yo no he intentado sobornar a nadie ni he visto que fuera posible sobornar a dichas personas", informa Soledad Gallego-Díaz desde Londres.Ruiz-Mateos afirmó que había malinterpretado la pregunta y la advertencia de que estaba reconociendo voluntariamente un intento de soborno. "Lo único que yo quiero dejar claro es que di ese dinero a Navalón, cuyo trabajo era cuidar las relaciones con los poderes políticos y con el Banco de España porque él lo pidió como provisión de fondos. Yo no sé para qué quería el dinero". El fundador de Rumasa niega que existiera ningún contrato escrito entre Navalón y él, así como que una cantidad tan importante de dinero pueda ser considerada como "remuneración por los servicios de asesoría". "Los 1.000 millones figuran en las cuentas de contabilidad de Rumasa, así que la actual Administración y el juez deberían pedir a Navalón que explique dónde está ese dinero", añadió. "Es absurdo decir que le di 1.000 millones como salario. ¿No le parece a usted raro que yo diera ese dinero a alguién que acababa de conocer?", se preguntó.

Antonio Navalón declaró a Efe que las afirmaciones hechas el jueves por el fundador del grupo expropiado sobre él eran injustas y absurdas.

Al tener conocimiento de las declaraciones realizadas en Santander por el ministro de Economía, Miguel Boyer, el ex presidente de Rumasa replicó: "El tiempo dirá si deliro o no". Reiteró que interpondrá "fulminantemente" un pleito contra cualquier persona que compre una de las empresas del grupo y advirtió a los sindicatos que la reprivatización de las empresas significará pérdida de empleo.

Ruiz-Mateos quiso también "precisar" sus declaraciones sobre la justicia española. "Yo no digo que desconfíe de ella. Digo que el poder judicial no ha reaccionado ante el expolio a que he sido sometido. Volveré a España 24 horas después de que me devuelvan lo que es mío".

"Mire usted, yo no entiendo nada de lo que ha pasado ni de lo que está pasando. Poco antes de la expropiación, el Banco de España me dio 15.000 millones de pesetas para hacerme cargo de Fidecaya, a pagar en 100 años y con la garantía de Rumasa. Poco antes también, el Banco Exterior me dio 2.000 millones para hacerme cargo de Vitrocerámica, a pagar en 10 años y con tres de carencia. Tampoco hubo objeciones para quitar Galerías Preciados al Urquijo. ¿Era solvente Rumasa, sí o no? Y si lo era entonces, ¿por qué dos meses después ya no éramos buenos y solventes? Si alguien lo entiende, que me lo explique".

Por último, Federico Carlos Sainz de Robles, presidente del Consejo General del Poder Judicial, declaró en Las Palmas de Gran Canarias, que no se ha producido presión del poder ejecutivo en el caso Rumasa, y que le resultaba "sospechoso no confiar en la justicia cuando hay una resolución desfavorable".

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