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GENTE

Gabriel García Marquez,

premio Nobel de Literatura, y su esposa Mercedes no llegaron a tiempo de alcanzar la salida del vuelo que debía conducirles desde Oporto hasta Londres debido al retraso que ambos sufrieron en el puesto fronterizo portugués de Valenga do Minho por carecer del correspondiente visado de entrada, requisito impuesto hace escasamente un mes por las autoridades lusas para los viajeros de nacionalidad colombiana, informa Emilio Garrido. El escritor y su esposa debían tomar un avión a las cinco de la tarde del martes en Oporto y llegaron a la frontera poco antes de las tres y media. En el puesto fronterizo español de Tuy no hubo problema alguno, pero los aduaneros portugueses les exigieron el visado de entrada junto al pasaporte reglamentario. Ante este requisito inesperado, el matrimonio García Márquez cruzó de nuevo el Miño y se entrevistó en Tuy con el cónsul de Portugal en esta localidad. Mientras las gestiones se agilizaban desde España, el Nobel firmó algunos libros y visitó el espléndido pórtico de la catedral tudense. Finalmente, Gabriel y Mercedes pudieron entrar en Portugal, pero demasiado tarde para alcanzar el avión en el aeropuerto de Oporto.

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