La CUT y miembros del extinto PTA se enfrentan al PSOE en las zonas rurales

La lucha electoral en las zonas deprimidas y de vieja tradición anarquista en las que más fuerza tiene el movimiento jornalero constituye, junto con la ya conocida como batalla de Córdoba, el aspecto más interesante de las elecciones municipales en Andalucía. La Candidatura de la Unidad de los Trabajadores (CUT) y algunos flecos sueltos de extinto PTA (Partido del Trabajo de Andalucía), repartidos en diversas candidaturas, se enfrentan a la poderosa máquina propagandística del PSOE. El resultado final puede servir para determinar la marcha del inquietante movimiento jornalero andaluz.En las pasadas municipales, el PTA consiguió los ayuntamientos de Puerto Real, Paterna, Bomos, Villamartín, Puerto Serrano, Lebrija, Cazalla de la Sierra, Umbrete, El Coronil, Los Molares, Posadas, Baena, Estepona y Motril, mientras que la CUT conseguía los de Marinaleda, Los Corrales, Gerena y Pedrera. La disolución del PTA ha dispersado a sus antiguos alcaldes, que aparecen ahora como cabeceras de lista en candidaturas tanto de la CUT como del PSA, independientes o del propio PSOE, que ha hecho un esfuerzo por repescar lo más posible de este movimiento.

Pero el hecho de que la CUT sea la única candidatura organizada con carácter marcadamente identificado con el movimiento jomalero no significa exactamente que sus resultados sirvan para cuantificar el poder de dicho movimiento. Algunas candidaturas del PSA, como la de Paterna, y otras independientes están en la misma línea, y si no existe una unidad de siglas debe interpretarse más como defectos de organización, luchas de protagonismo o simple falta de comunicación que como una diversidad de objetivos. Renovación del poder popular y lucha por la tierra son las aspiraciones comunes.

Sin oposición en Marinaleda

Por el momento, la CUT ya tiene asegurado un alcalde, el de Marinaleda, Sánchez Gordillo, que no tiene oposición allí. La fuerza que ha alcanzado este hombre tanto por su buena gestión como por su capacidad para, con gestos casi mesiánicos, hacer llegar a la opinión pública española cierta conciencia de la situación en estas zonas deprimidas, hace que carezca de rival político. El PSOE, que en otros pueblos de estas comarcas es la fuerza más a la derecha, no se ha atrevido a formar candidatura allí.

La CUT lleva a cabo su campaña con una casi absoluta carencia de medios económicos, y la basa en contactos directos, asambleas y fiestas. Enfrente tiene a la podergsa máquina publicitaria del PSOE, cuya oferta de izquierda es considerada por muchos de estos jornaleros como dañinamente corta, y a la nada despreciable del PCA, cuya oferta también discuten. El resultado en las urnas de estas candidaturas podrá aportar una nueva luz bajo la que estudiar el futuro inquietante de estas comarcas, que tienen en el empleo comunitario su principal ingreso y cuyos ayuntamientos, administradores de estas cantidades, se ven obligados, por ello, a asumir el papel de empresarios.