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Ahmed Dlimi, el militar más influyente de Marruecos, muerto en accidente de circulación

El general Ahmed Dlimi, el más próximo e íntimo colaborador del rey Hassan II de Marruecos y probablemente el hombre más influyente del reino después del propio rey, murió el martes por la noche, a los 52 años de edad, al chocar su automóvil contra un camión cuando se dirigía a su domicilio, en Marraquech, después de una audiencia con el monarca.

Un sorprendentemente escueto y breve comunicado del Ministerio de la Casa Real, del Protocolo y de la Cancillería informaba el martes por la noche que el general Ahmed Dlimi, el hombre de todas las misiones confidenciales, delicadas e incluso las más censuradas de palacio, había perdido la vida al colisionar su coche con un remolque en Marraquech.La muerte del general Dlimi y la lentitud de la reacción informativa marroquí ha dejado paso a rumores en Rabat que parten de la supuesta detención la semana pasada del jefe de la Guardia Real, originario también del pueblo natal de Dlimi. De otra parte, en un despacho de la agencia France Presse fechado en Argel, el Ministerio de Información saharaui asegura que el accidente es en realidad un "asesinato, destinado a decapitar a las fuerzas armadas marroquíes para impedir que se conviertan en una alternativa de poder frente a la monarquía".

Casi veinticuatro horas después del accidente, los medios de comunicación marroquíes no han añadido nada que permita un mayor conocimiento de las circunstancias de la muerte del hombre que ha recorrido los últimos veintidós años de la historia de Marruecos al lado y a la sombra del rey Hassan II.

Causa también sorpresa el tratamiento informativo dado hasta ahora al accidente, relegado a un tercer o cuarto lugar en los noticiarios de radio, que se han limitado a leer el comunicado oficial. Sin embargo, cuando le sorprendió la muerte, el general Ahmed Dlimi era director de los ayudantes de campo del rey Hassan II, jefe del servicio de inteligencia militar, comandante del Ejército Sur (Sáhara) y brazo derecho del rey para las buenas y para las malas.

Desde mediados de la década de los años sesenta, el general Dlimi, entonces teniente coronel, formó parte del Gabinete real y ha sido, de todos los colaboradores que en estos últimos veintidós años rodearon al rey Hassan II, el que mantuvo su puesto de manera más constante, accediendo paulatinamente a todos los escalones del poder alrededor del rey.

Ahmed Dlimi ha sido además el único militar marroquí que en los últimos diez años ha accedido al generalato en un ejército en el cual los generales no abundan desde los dos intentos del golpe de Estado de julio de 1971 y agosto de 1972.

Dlimi nació el 16 de julio e 1931 en Sidi Kacem. Hizo su carrera militar en Casablanca y Mequinez y luego en la escuela francesa de Infantería de Saint Maixent. En 1960 entró en el Departamento de la Seguridad Nacional, que entonces dirigía el coronel Ufkir; fue director del mismo desde 1962. En 1966 fue llamado al Gabinete real y en 1970 fue nombrado director general de Seguridad, cuando Ufkir era, a su vez, ministro del Interior.

El general Dlimi estuvo íntimamente ligado a los episodios fastos y nefastos de la historia moderna del Marruecos independiente. Combatió contra la rebelión del Rif que siguió a los primeros años de la independencia; luego, en la de Tafilalet, y después del segundo atentado contra el Boeing real (el 16 de agosto de 1972) fue una de las dos personas que recibieron en palacio al general Ufkir, que, según la versión oficial, se suicidó aquella misma tarde, pocas horas después de descubierta su paternidad del golpe.

En octubre de 1965, Dlimi fue asociado con el secuestro y posterior desaparición del líder de la oposición marroquí, Medhi Ben Barka. Aquella acción de los servicios secretos marroquíes en suelo francés provocó la ira del general De Gaulle, quien ordenó lanzar un mandato de arresto internacional contra el ministro del Interior marroquí, Mohamed Ufkir, y el entonces coronel Dlimi. El juicio contra los implicados en el secuestro se celebró en septiembre de 1966 en París. Ufkir, que no se presentó, fue condenado en ausencia a prisión perpetua; Dlimi, que compareció por orden del rey Hassan II, fue absuelto.

El general Dlimi descubrió también el compló argelino, que se hizo famoso en 1973. Luego el rey Hassan II le encomendó elexpediente del Sáhara occidental, que ha conservado, al menos en su dimensión militar y para la diplomacia secreta, hasta su muerte. En junio de 1981, cuando la revuelta de Casablanca parecía escapar de las manos de las autoridades civiles, el general Dlimi se hizo cargo de la acción militar que acabó con los disturbios. Como prueba de la estima en que le tenía, Hassan II le nombró miembro del Consejo de Regencia en diciembre de 1980.

La desaparición del general DIimi -cuya figura permanecerá asociada al viraje de la situación en el Sáhara desde la creación de las brigadas Uhud, Zellaga y Badr y la construcción del muro defensivo que protege a El Aiún, Smara y Bu Craa- dejará vacante un puesto y unas funciones que Hassán II tendrá grandes dificultades para llenar de nuevo.

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